jueves, 1 de diciembre de 2011

Coming soon


Aquella voz que le hablaba se escuchaba tan lejana, las imágenes que llegaban a sus ojos no era más que sombras difusas sin ningún sentido.

Los pensamientos se agolpaba en su cabeza listos para hacerla delirar  y de nuevo aquella voz los alejaba. Un fuerte apretón de manos la mantuvo despierta por un momento,  para luego ser arrastrada aquel abismo infernal. 

lunes, 14 de noviembre de 2011




Tu alma, sobre la tumba de piedra gris
a solas yacerá con sombríos pensamientos;

Nadie, en toda esa intimidad, penetrará
en la delgada hora de tu Secreto... 


lunes, 7 de noviembre de 2011

Mis Disculpas

De verdad lamento lo MUCHO que han tenido que esperar por mis benditos capítulos. ¡Es para lincharme lo se!


Pero supongo que debía al menos disculparme, los últimos meses han sido un poco... Duros algunas veces la vida nos quita cosas que son irremplazables. 


Mientras tanto me la ingenio para "arreglar" mi vida : )  he decidido volver a mi salida de escape o al menos eso intento, es difícil de verdad que lo es. 


Supongo que no lo había tomado muy en cuenta esto cuando se me ocurrió hacer el fic... En fin de nuevo mis disculpas por retrasar tanto los capítulos.


El próximo esta en camino, a estas alturas no se muy bien como se va a desarrollar pero al menos ahi va.  


Gracias a todas ustedes, se que estado quizás demasiado ausente, pero no saben cuanto agradezco que se tomen su tiempo  para pasar por aquí para leerme y para dejar sus mesajitos. 


Me hacen sonreir y eso de verdad me hace mucha falta estos días. 


Mis saludos para todas 


                                Octubre





 



lunes, 3 de octubre de 2011

Capitulo 19




Aquéllas dos semanas llegaban a su fin y no es que extrañase el colegio ni mucho menos pero quedarse encerrada en esas cuatro paredes, dejando que su mente terminara de perder la poca cordura que aun quedaba en ella, ya  no estaba más entre sus planes.

Necesitaba retomar su vida anqué no tuviese la mínima idea por donde iniciar, suponía que reiniciar sus actividades normales como asistir al colegio despejaría un poco su cabeza. 

Su abrigo negro mas su bolso abarrotado con los útiles del colegio yacía sobre su cama mientras Helena de pie frente a la venta se abrazaba a si misma tratando de apaciguar aquella sensación que la embargaba… A ella, por primera vez en mucho tiempo, por vez primera quizás,  reconocía que era ella. 

No podía explicarlo, ni una sola palabra de su vasto  y oculto vocabulario podría expresar  lo que ocurría en ese momento, pánico, desconcierto, incertidumbre como olas, como las mismas olas  cada una de las sanciones la golpeaba de a poco.


“I wish that you would just leave
Cause your presence still lingers here
And it won't leave me alone”


Estas lista? –Quiso saber- Al entrar en la estancia, B-B había tocado un par de veces para anunciar su presencia más Helena parecía no haberse percatado de ello.

Supongo… -Respondió- Un tanto confusa minutos después

No tienes que ir si no deseas

No, está bien… Supongo- sonrió- que me hará bien

El tema parecía haber quedado en el limbo Helena guardo silencio como era su costumbre la mayor parte del camino al colegio,  abrió la boca solo un par de veces para responder con escasos monosílabos alguna que otra cosa que B-B preguntaba.

No quería ahondar en detalles y si lo pensaba bien tampoco quiera hablar sobre ello pero parecía que las palabras se escaparían de su boca de un momento a otro.

Quizás era un tanto orgullosa como para reconocerlo o simplemente le atemorizaba lo que estaba descubriendo.

La llegada de su tía había revuelto algo más que sus entrañas, aquel vacio en su estomago que algunas veces llegaba a confundir con hambre se lo aseguraba.

Aquel “estado” de confort que había construido durante los últimos tres años parecía que de algún momento a otro llegaría a su fin.

Su cobardía quizás la traicionaría pero de algo estaba segura, estaba dispuesta inclusive a enfrentar de una vez por todas sus demonios con tal de provocar una reacción en Helena.

La joven  titubeó por un momento quizás aún era pronto para pedírselo, camino tan solo unos cuantos pasos alejándose del auto para luego volverse a detenerse.

Quería… Quería  -Repitió-  

Lo sé –Dijo interrumpiendo- Antes de que acaba el invierno no?

La mujer suspiro audiblemente mientras la observaba, había cierto aire de reproche en su mirada que también podía estar confundiendo con aquella fortaleza que solía haber en sus ojos en momentos como ese.

Sabía que Helena quizás  jamás llegaría a expresar el mínimo reproche mas también sabía que de algún modo debía reparar aquel sentimiento de abandono que se había instalado en ella.


♦♦♦♦


Por algún motivo no podía sentirlo pero lo sabía, algo ocurría con él, Bill solamente se limitaba a observarlo con detenimiento sin llegar aun a decirle nada.

Estaba algo… Extraño… Si extraño. Sumamente ansioso, disperso y hasta algo nervioso era como si las paredes de ese estudio lo asfixiaran de a poco llevándolo hasta la desesperación. 

Verlo así  llegaba a inquietarle, quizás porque consideraba que de los dos los solía ser el más estable al menos emocionalmente y  es que rara vez se iba a los extremos como él solía hacerlo algunas veces.

Minutos más tarde parecía tranquilizarse simplemente se dejo car en uno de los sofás mientras el bullicio a su alrededor llenaba la habitación.

Solía tener una opinión para todo aunque esta solo fuese para fastidiarlo  más esa tarde no hizo el mínimo intento de hacerse escuchar.

¿Estás bien? –Pregunto- Al verlo acercarse

Tengo que salir… Puedes

Bill asintió levemente mientras lo observaba con gesto serio. Quizás solamente estaba cansado se dijo a sí mismo al no poder descifrar nada en sus ojos que realmente  le dijese que ocurría con el.

Estoy bien -Respondió- Con cierta molestia. Solo necesito largarme de aquí –Dijo- Con fastidio mientras caminaba hacia la puerta para salir de allí. 

El silencio de la casa vacía lo asechaba sin reparo a donde fuese. Salió de allí tan rápido como pudo intentando alejarse de el. El viento helado golpeo su rostro mientras un cigarrillo se posaba en sus labios.

Fragmentos de imágenes se habían hospedado en su cabeza desde la tarde anterior, se reproducían a su antojo alejándolo de lo que pasaba a su alrededor, dejado en él una sensación extraña que jamás había sentido. Se sentía pesado, abrumado como si cargara con algo a lo que no podía serle frente.


El bullicio de la caótica tarde londinense viajaba con el aire, llevando consigo miles de sonidos uno más peculiar que el otro.

Ajena a lo que a su alrededor pasaba, Helena encerrada en aquella burbuja que solía construir para sí misma simplemente se dejaba llevar, coloco su mano en su cuello reposando dos de sus dedos en el pequeño espacio que había bajo su garganta.

Trataba de recordar lo ocurrió sin que ningún detalle por más mínimo que este fuese se le escapara, el latido de su corazón era pausado tanto que hasta a ella misma le extrañaba, las pulsaciones apenas si golpeaban con suavidad sus dedos.

Algo había ocurrido… Algo, más no podía determinar que había sido, a pesar de que las imágenes eran claras así como los recuerdos.

De pronto sintió la calidez de una mano sobre uno de sus hombros, el roce fue leve como si tuviese miedo que de se rompiera en mil pedazos, la burbuja se rompió de inmediato y a sus oídos llego el bullicio que la rodeaba.

Parpadeo un poco, observo donde se encontraba era como si ni siquiera pudiese reconocerlo, la mano aun la sujetada.

Estoy bien –sonrió- Descuida solo estaba… Pensando –Menciono- Confusa.

B-B guardo silencio al tomar asiento sobre la fuente junto a ella,  observo la plazoleta del colegio abarrotada de miles de niñas vestidas con su aburrido uniforme, mientras  el temor la corroía por dentro.

Puedes esperarme aquí, supongo que no tardare demasiado

Quiero verlo, ya sabes… 

Helena guardo silencio por un par de segundos mientras buscaba las palabras correctas para poderlo expresarlo.

Es silencioso y… Calmado si, supongo que ese es la palabra.

B-B pudo notar que en su mirada había una calma absoluta, la furia y la frustración que solía haber en ella había desaparecido dejando un mar de plata calmo. 

En invierno –Continuo- Puede llegar a ser tan hermoso es como si una parte de ella vagara por allí. Se siente bien –La animo- No es como pensaba es –Sonrió-  Creo que es el único lugar donde puedo lidiar con migo misma sin…

No soy Edward

Lo sé, pero supongo que aun me es extraño

¿Hablar sobre ello?

Si

Ambas parecían haber entrado en una especie de letargo, quizás era el frio, quizás era el temor a lo que pudiese despertar su visita a  ese lugar o simplemente la energía que Helena emanaba bastaba para ambas.  

Sujeta a su mano se sentía segura, tanto que se sentía dispuesta a enfrentarlo, el dolor parecía apaciguarse como si al fin encontrase consuelo, paz.

Pensó que se había quedado dormida en su regazo al notarla tan quieta, su respiración apenas era perceptible  y el silencio se había apoderado de ella de nuevo mas esta vez no había acudido a él para evadir la realidad.

Después de accidente… Cuando regrese del hospital. –Murmuro- Helena rompiendo al fin su silencio.

B-B simplemente guardo silencio y por ningún motivo en lo absoluto intento pensar inclusive hacer algo que pudiese detenerla, había tomado la iniciativa por si misma quizás esa era su oportunidad.

No sabía a ciencia cierta que había ocurrido aquella tarde, mas podía llegar a imaginárselo el simplemente tenía ese algo a lo que Helena  se había resignado a perder.


♦♦♦♦


Los ojos de la joven mujer se fueron directo al chico al entrar en la habitación, apenas si podía ver su rostro reflejado levemente en la ventana. Era la primera vez que coincidían en una misma habitación desde que llego.  

¿Helena venia con usted? –Quiso saber- Ginger de inmediato

Está en su habitación –Respondió- Sin siquiera prestarle atención, su mirada se mantenía fija 
en el chico, que observaba atreves de la ventana algo en el jardín.

Ginger rio para sí misma al recordar como si fuese una especie de Déjà vu escenas similares en donde la protagonista solía ser Helena.

Por un momento (las mariposas en su estomago) le recordó aquellos años de adolescencia que creí tan lejanos, al verlo sonreírle con cierta timidez.

Claro que podía ser hambre o quizás algún efecto secundario del sube y baja de emociones que había vivido hacia tan solo unos momentos.

No necesito escuchar su nombre para saber de quién se trataba lo supo al estrechar su mano (que por cierto estaba fría) y al observar aquellos hermosos pero sobre todo expresivos ojos castaños.

Lo menos que quería era estar sola con sus pensamientos en ese momento, así que le agradeció que la acompañase a tomar un tardío almuerzo en la cocina.

Le resulto tan agradable su compañía, su carisma, aquella aura casi angelical que solía irradiar.

Una simple mirada entre los dos basto para decir todo aquello que en ese momento no podía, el chico aun continuaba en cierto estado de shock.

Su estadía en Berlín había sido lo suficientemente extensa para comprender casi sin dificultad su alemán. Ellos necesitaban un momento a solas y ella un poco de aire fresco.

Una sonrisa basto para agradecerle su tiempo y sin decir mucho más B-B abandono la habitación. 

Los cambios y más aquellos que rayaban en lo drástico no solían sentarle bien, necesitaba tiempo quizás demasiado para asimilarlos mas así era ella. 

Su ausencia aquellas semanas no podía haber llegado en mejor momento, algo dentro suyo o simplemente aquel instinto de supervivencia al que se empeñaba en aferrarse, le impedían aun aceptarlo.

Guardo silencio por un minuto mientras su mirada era atraída por el lento movimiento del agua en la piscina,  la primera semana de la primavera habían borrado hasta el más mínimo rastro del invierno, de aquel jardín gélido ya no quedaba nada.

La calidez de la brisa acariciaba sus brazos desnudos con suma delicadeza, era como si intentara seducirla, mas lo único que provocaba en Helena era un efecto nauseabundo.

Un profundo respiro apaciguo un poco sus nauseas, había sido  sumamente absurdo pensar que podría librarse de ello así sin más. 

¡No iba a dejarla! Porque le era tan difícil entenderlo, porque simplemente no lo aceptaba de una vez por todas.

Le había tomado seis largos años despertar y ahora que lo había logrado, que podía sentirlo tan cerca, Helena se empeñaba en alejarse una vez más.

De pronto se sintió atrapada dentro de su propio cuerpo a pesar que era lo menos que quería hacer se vio caminando rumbo a la piscina.

Su cabeza era un desastre dividida entre su propia voluntad junto con sus miedos y aquella enorme necesidad de saber algo más.

¿Qué demonios iba a encontrar en el fondo se esa piscina? Se cuestiono a si misma mas sus piernas no parecían reaccionar.

El agua estaba cálida lo supo al sentirla entre sus dedos, abrió los ojos lentamente para observar a su alrededor. Al inicio solía sentirse un tanto extraña mas con el pasar de los minutos solía acostumbrarse a ella.

Solía ser mucho más persistente de lo que algunas veces llegaba a pensar. Su frágil cuerpo aun temblaba y destetaba esa… Compasión que solía despertarle.

No estaba lista pero algunas veces tenía la sensación que jamás lo estaría, así que no tenía más opción, ¡Qué más podía hacer!  Se decía a sí misma para justificarse.

Giro si mirada hacia tras para percatarse de que no hubiese nadie cerca, aquella estrafalaria mujer  parecía ser su sombra… Y ese chico, el… su sola presencia solía desplazarla al recóndito sitio de donde había surgido. 

Supo que se había dado por vencida cundo no intento luchar más, sus pensamientos estaban en blanco, su cuerpo entro en un estado de calma. Ahora era suya y por fin lo sabría.

¡Qué demonios estás haciendo! -Cuestiono airosa- Al tomarla por sus hombros para traerla hacia ella.

La tomo del brazo bruscamente, alejándola  de allí cuando pudo, su indignación no tenia límite.

La mirada de Helena se dirigió hacia B-B y a pesar de que la había visto miles de veces en ella, algo no era igual.

Un escalofrió recorrió todo su espalda mientras absorbía de ella todo aquello que desbordaba cada uno de sus poros, tanto rencor, tanta amargura, tanto odio era imposible, la conocía demasiado para saber que en ella no había ni una gota de todo lo que veía.

Amor… Ni siquiera podía articular palabra alguna sintió como si en su corazón hubiese un nudo y una enorme sensación de compasión la embargo.

Shhh…Todo va a estar bien  -Susurro- Por lo bajo mientras la atraía hacia su pecho.

Tuvo la sensación de que abrazaba a una pequeña niña horrorizada por sus demonios, aferrada a un pasado incierto y lleno de dolor.

Las miles de sensaciones que la embargaba, poco a poco se fueron desvaneciendo dejando a Helena exhausta y confusa. A pesar de que había aprendido a lidiar con ello sola no pudo negar que tener a alguien a quien acudir esta vez no era tan malo después de todo.

¿Cómo te sientes? –Pregunto- Al verla incorporarse

Helena lo pensó un poco mientras se ponía de pie. Yo misma –respondió- Al subir los 
pequeños escalones que llevaban al interior.


“You used to captivate me by your resonating light
Now I'm bound by the life you left behind”

       ♦♦♦♦

No necesitaba verlos para saber que habían regresado casi lo supo de inmediato a su regreso del colegio, la energía que podía percibir de la casa era diferente cuando él  estaba.

Cerró la puerta con cuidado, avanzo escasos pasos hasta el lobby,  deteniéndose al pie de la escalera para observar hacia arriba, se sentía un tanto extraña desde la última vez como para  poder soportarlo.

Siguió su camino por el pasillo que la conducía a la cocina. Le basto ingresar por la puerta para sentirlo, Supuso que su rostro la había delatado al notar la mirada de B-B sobre ella.

Tengo calor –Se justifico- Con una leve mueca que parecía simular una sonrisa

¡Uh! –Murmuro- Si hace un poco de calor. –Menciono Incrédula-

Habían momentos en donde detestaba aquella particular conexión entre ellas, por algún motivo no podía ocultarle nada, ni siquiera aquello que habitaba  muy, muy dentro suyo.

Se deshizo con dificultad del ligero abrigo que la cubría mientras intentaba en vano desplazar al olvido lo que surgía dentro suyo. Se acerco a ella despacio para leer brevemente el libro que yacía sobre el mueble.

¿Curry?

Sí, creo… No te va a ¡Encantar!

Helena asintió levemente mientras su cabeza daba vueltas y un leve sudor frio llenaba sus manos.

¿Qué pasa?

Negó levemente, mientras sus ojos se cerraban con fuerza, su corazón parecía que de un momento a otro saltaría de su pecho para caer a sus pies.  A lo lejos escucho voces, más el fuerte golpe de la puerta al cerrarse acompañado de  sus estrepitosos pasos al caminar fue lo único que pudo discernir claramente. 


El chico entro a la habitación furioso dejando a su hermano casi en el mismo estado murmuro por lo alto algún insulto en alemán y cayo de inmediato al notar su presencia.

Ni siquiera llevaba un minuto en la misma habitación más Helena ya había absorbido como si se tratase de una esponja todo lo  que él sentía.

No poseía las energías necesarias para asimilar lo que ocurría, su cuerpo por algún motivo luchaba por repeler el torrente de información que llegaba a ella.

Si tan solo pudiera calmarse, se dijo a sí misma. Ambos solamente se limitaban a observarla mientras Helena luchaba por mantenerse en pie.

Abrió los ojos despacio mientras trataba de enfocar su vista en su rostro, un par de veces desvió su mirada nervioso, mas el chico  no pudo hacerlo nuevamente.

Por un corto tiempo Helena pudo retener su mirada necesitaba aunque fuese solo un poco descargar sobre él lo que ya no podía soportar mas.

El peso sobre su cuerpo parecía aligerarse de forma inmediata, todo a su alrededor se torno gris mientras  la calidez que rosaba su piel pálida parecía no disgustarle mas.

¡Helena! ¡Helena!...



La canción de inicio (My Inmortal) tal vez puede llegar a sonar un tanto cliché, pero mientras leía y releía la letra me hizo entender que hay personas que se quedan para siempre con uno.

Por más que intentes alejarlas u olvidar que alguna vez estuvo en tu vida,  algo o mucho de ella se queda para siempre.

Supongo, que por eso la escogí y me ayudo a terminar algo que algunas veces pensé no iba a poder hacer.  

Para ti…

Porque algunas veces siento que escribo solo para ti 

viernes, 22 de julio de 2011

Capitulo 18







Era definitivo el invierno tenía sus días contados, una cálida brisa acaricio su rostro dejándole saber que la primavera estaba cerca, no le llegaba a desagradar por completo mas su pasado la había ligado aquella gélida y blanca estación del año, verla partir siempre la llenaba de cierta nostalgia.

Se aburrida como nunca sentada en un sofá en la terraza, enfermarse nunca le había gustado, no sabía lidiar muy bien con toda aquella atención que había caído sobre ella y de cierto modo lograba  abrumarla.  

Aunque no podía negar que tenerla de regreso era más que agradable, la extrañaba quizás demasiado.

Si para Edward era frustrante comunicarse con Helena para ella lo era aun mas, el nunca lo llegaría a entender y ella  lo comprendía bien. Mas B-B solía comprenderla casi sin ninguna dificultad, un gesto, escasas palabras o una simple mirada le bastaban.

Después de que todo ocurrió o al menos hasta que estuvo lo bastante consiente para saber que pasaba, lo único en lo que pensaba era que había perdido la razón.

¿Y es que  otra explicación lógica podría haber? Helena era quizás demasiado razonable para llegar a creer en algo así podría sucederle. A pesar de que su vida siempre había estado llena de hechos y circunstancias para nada “normales” estas nunca le habían quitado lo razonable.

Almas, gemelas, conexiones karmaticas, vidas pasadas, etc, etc, etc apenas si le dio un vistazo a todo aquello que estaba frente suyo antes de cerrar de golpe su computador, no lo sabía muy bien pero B-B tenia cierto poder de conversarla a hacer las cosas menos pensadas.

Helena prefería inclinarse por lo que podía sentir, por todo aquello que su vista privilegiada podía ver por esas extrañas hasta escasas  conexiones que algunas veces lograba hacer con aquellas personas que por algún motivo inexplicable se atrevían a abrirle una puerta de su alma para dejarla entrar.   

Suspiro por enésima vez mientras se dejaba caer de en el sofá  al mismo tiempo que su mirada se perdía en algún punto del bosque.

Cerró los ojos tratando de entretenerse a sí misma con lo único que podía en ese momento, sabía que alguien se acercaba de cierto modo ya había superado la etapa de él porque simplemente sentía que alguien estaba próximo a llegar.  

Era un poco absurdo, pero le gustaba esa sensación de saber que a medida de que pasaba el tiempo perfeccionaba más su pequeño “don”.

Respiro profundo intentando relajarse podía visualizar a la persona  en su mente caminando por el pasillo, tenía un paso lento y un tanto dudoso, ¡Fácil! Quizás demasiado, en ese momento necesitaba un poco de emoción.   

Uno, era su hora de visitarla solía hacerlo en ese mismo lapso de tiempo los últimos días y dos… Helena suspiro profundamente mientras  su rostro tomaba cierto gesto de culpa, por alguna razón ella lograba con facilidad despertar en el todas aquellas dudas. 

Basto un pequeño empujón para que su puerta se abriese, con paso firme el chico ingreso, camino por el pasillo que lo llevaba hasta el fondo de la habitación, esta vez había algo diferente no apestaba a cigarro eso realmente era casi un milagro o simplemente al fin sus comentarios habían calado muy profundo en el. Pensó Helena.

Su paso firme fue interrumpido al tropezar con unos cuantos libros que yacían en el suelo, apilados uno encima del otro como si fuese una especie de escalón.

El té  se derramo un poco, las tazas chocaron entre sí haciéndolas sonar ligeramente. ¡Vaya¡ 
Pensó - eran ya las cinco de la tarde.

Un nuevo suspiro lleno la habitación mientras Helena aun continuaba tendida con sus ojos cerrados a la espera de que sus sentidos le dieran la razón.

♦♦♦♦

Suponía que en algún lugar debía haberlas guardado, Ginger las buscaba insistentemente, mientras el chico esperaba con cierta impaciencia apoyado en el marco de la puerta.

Por un instante logro olvidarse del dolor cabeza que lo estaba volviendo loco en ese momento, al notarlo  justo frente suyo, observo la habitación un tanto confuso, no encontró explicación alguna para que estuviese allí. Y es que acaso necesitaban uno en el baño. Se pregunto.

Unos cuantos pasos bastaron para adentrarse en la habitación, de todas las cosas extrañas y fuera de lugar que había allí  aquel sofá logro entretenerlo por un rato.

Es más cómodo de lo que parece –Menciono Ginger- Tom rio un poco mientras al fin tomaba asiento en el.

Supongo que yo tampoco le encontré mucho sentido –Murmuro- La mujer.

Aquel extraño y estrafalario sofá era quizás la pieza principal de toda la habitación que tenía aspecto de cualquier otra cosa menos de cuarto de baño.

Una pequeña fachada falsa de chimenea, piezas de plata, algunas lámparas, un antiguo y muy curioso reloj, una elaboradísima alfombra, algunos muebles, pequeñas mesas mas miles de detalles más hacían de aquel lugar algo… Demasiado dramático y hasta  oscuro, para ser solamente un baño. Pensó el chico.

Los veranos solían resultarle extremadamente complicados era quizás para ella la peor época del año. Su padre había encontrado de cierto modo algo que la ayudaba a lidiar con todo ello sin haber ninguna consecuencia, más que la de su propio  bolsillo.

Ese sofá más toda la decoración contenida en ese amplio espacio era el ultimo “proyecto” al que Helena se había dedicado por completo el verano pasado.

Un ligero olor a sándalo se mezclo con el perfume que despedían las flores de jazmín haciéndolo abrir sus ojos ligeramente. Ella lo observo por un momento para luego dirigir su mirada al lugar.

Había cierta incredulidad en su gesto más se movió por la habitación como si la conociese a la perfección, llevaba entre sus manos un pequeño frasco el cual hacía sonar ligeramente.

Ginger me pidió que te diera esto?    -Dijo- al extenderlo hacia él. Creo que con una será suficiente. Son algo fuertes. –Le aconsejo-

Quizás no era necesario había visto a  Helena tomarlas como si de dulces  se tratara  durante días y lo único que habían logrado en ella (aparte de calmar el dolor) era  relajarla un poco, un par de ellas no lograrían hacerle mucho a un chico como él pensó.

Es cómodo? –Quiso saber- Con sutil curiosidad

Tom rio un poco mientras asentía levemente, rastros de somnolencia presentes en su rostro lo delataban.

Vicky camino por la habitación observando absolutamente todo, las fotografías habían capturado cada pequeño milímetro de ella mas las palabras que Helena  había empleado para describir “eso” que se podía percibir fueron quizás espeluznantemente perfectas.

Un relámpago frio recorrió su columna vertebral haciéndola estremecerse se sintió… Jamás había sentido aquello que se empezaba a apoderar de su razón, apresuro su paso para salir de allí de inmediato y solamente se detuvo justo antes de salir.

Uh… -le sonrió- ¿Tienes tiempo?

Su pregunta se le hacia un tanto extraña la observaba con detenimiento mientras jugaba con el frasco de pastillas en sus manos, apenas si habían transcurrido unos minutos en la cocina en donde la había visto acabarse una tras otro al menos media docena de cigarros.

El sonido del agua en la cafetera parecía haberla sacado de aquel trance al que se había sometido mientras luchaba con su cobardía. No lo sabía más si lo sentía y eso le basto para decidir qué era lo correcto.

Sus labios carnosos se entreabrieron un poco dejando salir al fin aquellas palabras que deseaba decir desde el primer instante en el que había observado sus hermosos ojos.   

♦♦♦♦

Helena abrió sus ojos de a poco, la claridad del sol que aun está presente en el cielo parecía incomodarle, el chico estaba de perfil apenas si podía distinguir su rostro, su vista por algún motivo se había tornado algo turbia.

Lo observo colocar la bandeja con lo que debía ser su te sobre la mesa, mientras se incorporaba del sofá.

Entre los pocos gestos que le había visto uno de ellos  parecía no abandonar su pálido rostro, quizás era el que más le irritaba, había en el cierto aire de desprendimiento… Bueno, tal vez esa  no era la palabra que buscaba para describirlo pero era lo más cercano.

Quizás era tímida o extremadamente educada  para decir sin rodeos lo que realmente pensaba, su rostro inexpresivo podría ocultar con una facilidad envidiable cualquier rastro de emoción, más su mirada, aquella gris y extraña mirada le resulto  como una bofetada cargada de sinceridad.

Aun no comprendía cual de las muchas cosas que le había oído hablar lo habían convencido, suponía que ya era un poco tarde para dar marcha atrás.

Tomo una de las servilletas y con ella limpio los restos de té que habían caído sobre él mientras ella aun seguía observándolo incrédula.

Para ser invierno la tarde le pareció  agradable, se acerco despacio a la baranda de metal que bordeaba toda la terraza y observo a su alrededor, la vista era hermosa de verdad lo era había algo en ella que le resultaba fascinante.

Su relación… Es que así podía llamarse había sido lo bastante extraña desde un inicio algunas veces pensaba que el simplemente no le agradaba y otras cuantas sin saber muy bien porque, despertaba en ella aquella particular curiosidad que la caracterizaba.

Lo observaba por minutos que se le hacían eternos, concertarse en algo por  más sencillo  que este fuera le era imposible su mirada simple y sencillamente parecía atravesarlo en busca de algo que ni siquiera el mismo se atrevía hurgar dentro de el.   

No le encontraba mucho sentido suponía que al menos para alguien como ella el no tendría nada que le resultase  interesante,  lo extraño y lo extravagante se lo dejaba a su hermano.

Con miel…Lo recuerdo –Dijo el- Al observarla entreabrir sus labios sin que palabra alguna saliesen de ellos.

Sus manos estaban heladas, mas al observarla no encontró rastro alguno de que el frio le molestara aquel ligero rose al entregar en sus manos la taza de té parecía no tener el mismo efecto que el anterior, tal vez ni siquiera lo había notado o simplemente había encontrado la manera de superar aquella primera impresión.

Tom guardo silencio al dejarse caer en el sofá,  los minutos trascurrieron con incomoda y ligera normalidad, Helena  no pudo determinar cuando fue que su silencio le empezó a resultar sumamente acogedor o cuando su presencia al fin dejo de incomodarle.

Su respiración se torno lenta, calmada, la rigidez de su cuerpo y de su rostro poco a poco fue disminuyendo y  por un momento, por un instante recordó que se sentía. 

Todo le resultaba tan extraño quizás porque aquel paranoico temor nunca apareció o porque aquel desastre dentro suyo por primera  vez en mucho tiempo parecía al menos tener una pizca de sentido.

No pudo contener la risa con las primeras frases más suponía que debía tener algo de razón, 
Tom se mordió los labios contuvo las sonrisas y continuo, un par de páginas más tarde tuvo la impresión de  que la tensión que quedaba se disipaba.

Su lectura fluyo con naturalidad mientras Helena lo escuchaba mostrando de vez en cuando un gesto cargado de prudencia y hasta  incredulidad que en ella  resultaba  sumamente divertido.  

La simple idea le resultaba sumamente descabellada pero tampoco podía ignorar lo que sentía mucho menos lo que no.

Su sola presencia tuvo sobre Helena un efecto mucho más positivo que el que lograba aquellos fuertes calmantes que tomaba cuando era niña solo que esta vez se ahorraría los  horribles efectos secundarios.

Quizás después de todo sugerir entrar no sería de gran idea, podría jurar que el interior de la habitación estaba muchísimo más frio que afuera, pero poco o nada le importaba por algún motivo estaba cómoda realmente lo estaba quizás era la primera vez que la notaba así en su presencia.    

Tom hecho un vistazo a la chimenea mas esta parecía que jamás en su existencia había sido utilizada.

Puedes encenderla….

El sonido frágil de su voz parecía que los tomaba a ambos por sorpresa, apenas si fue perceptible mas Helena pudo notar que ya no era toda una tortura decir aquellas pocas palabras.

Creo… -suspiro- No me importa, puedes encenderla  

La seguridad que desprendía su vos ni siquiera ella misma podía creerla, se alejo un poco al notar las pequeñas chispas en la madera.

Toda su piel inclusive  ella misma repelió con una brusquedad atípica aquella sensación de calidez simple y sencillamente la horrorizaba sin que pudiese hacer nada para detenerlo.

Los recuerdos sus recuerdos llegaron a Helena casi sin  ninguna dificultad mas eran apartados de su memoria por algo más.

¿Cómo demonios iba a mantenerse cuerda? ¿Cómo? Si ni siquiera ella misma sabía qué demonios  le ocurría.  

Un grito de desesperación se ahogo en su garganta y  tras el manto pálido de su rostro se oculto cualquier gesto que pudiese delatarla. Se despojo de su abrió para tomar asiento lejos del fuego mientras lidiaba con su eterna lucha interna.

Tom trato de encontrar  cualquier rastro de “comodidad” que había visto tan solo minutos antes en Helena,  mas no pudo lograrlo así que supo que no tenía nada más que hacer allí.

Espera –Dijo al verlo salir- Tienes algo que me pertenece

El tono de su voz denotaba cierto fastidio más  aquel ligero pero típico aire impertinente que solía haber  en ella.

Tom llevo la mano a uno de los bolsillos de su pantalón,  tomando el frasco de pastillas,  mientras leía brevemente la etiqueta al terminar  se dio vuelta.  

Quizás esa fue la primera vez que lo noto,  a diferencia de Edward, Tom no iba  a ceder ni un solo paso.

El chico se planto con cara de pocos amigos a la espera de que ella tomara lo que le pertenecía.

De cierto modo a Helena aquella situación parecía divertirla, realmente disfrutaba de aquello que solía despertar en las personas cuando realmente se lo proponía, solía llegar a ser lo bastante insoportable y ella más que nadie estaba consciente de ello.  

Tom realmente se equivocaba al pensar que su actitud un tanto… Agresiva, iba atemorizarla basto verla acercase con su mirada cargada de una fuerza inimaginable, de ironía y de otras muchas cosas más que no pudo discernir al tenerla frente suyo.

La rapidez y la lentitud en que todo ocurría no le dejo espacio para una sola reacción de su parte. 

El tiempo… El tiempo literalmente parecía detenerse mientras era arrastrado hacia el mar tempestuoso de su mirada.



So come closer, baby
I want to see what you're made of, see what you're made of


♦♦♦♦


'Cause this isn't all we could be
You're not the same, and I'm, I'm not the same and...