viernes, 30 de julio de 2010

Capitulos

Ya lo habia puesto en el chat pero bueno no importa los capitulos se estaran subiendo todos los martes (fijo) y depende de como avance con los demas caps se podran subir los jueves. 


Si por alguna razon no lo puedo subir yo les estare avisando con tiempo


Mientras tanto sigan leyendo y comente mucho!!!!

jueves, 29 de julio de 2010

Capitulo 3


Esa tarde de domingo la lluvia había regresado, sentada en el sofá que había junto a la ventana esperaba a que Ginger terminara de prepararla solían hablar de tantas cosas mientras estaban ambas en la cocina pero en esa ocasión parecía no tener aminos.

Ya esta lista. Anuncio la mujer, coloco el plato humeante junto a un recipiente con pan y un taza de té de jazmín, la chica se acerco tomo asiento cerrando los ojos respiro profundo.
Tenía ya mucho tiempo de conocerla como para saber cuándo necesitaba compañía o cuando no, la mujer salió de la habitación dejando a Helena sola,  era de esos días donde no se sentía como ella misma llena de emociones inexplicables e ilógicas que un simple plato de sopa había despertado.

Su cabeza estaba llena de preguntas, recuerdos e imágenes que no podía descifrar no le pertenecían era imposible que lo fuese, pero por que los sentía como suyos se había hecho esa pregunta tantas veces hasta el momento no había podido encontrar una respuesta y quizás jamás la encontraría.

Después de casi más de una hora supo que ya había pasado demasiado tiempo en ese sofá aunque ese tiempo a solas había logrado disipar sus pensamientos también había logrado aburrirla.

Siempre llueve tanto- Pregunto el chico de trenzas- Estaba de pie tras ella viendo por la ventana lo mismo que Helena observaba… Nada.

Por un momento pensó que la había asustado, se giro lentamente hacia él  en sus ojos se podía ver un rastro de temor al no reconocer la voz  quien le hablaba.

Si –Respondió sin ganas- Como si las palabras le fueran prestadas, lo observo con total indiferencia hasta con un dejo de prepotencia de nuevo desvió su mirada hacia la ventana.

Tom llevaba ya  algún tiempo en la cocina el suficiente para prepararse algo caliente de tomar, en todo ese tiempo ella no daba señales de vida, podría jurar que ni siquiera respiraba.

Ignorando cualquier señal obvia y también quizás  un poco desafiante se sentó al extremo del sofá ya había escuchado a su hermano decir que era poco sociable si esa era la palabra que había usado Edward para referirse a ella.

No era muy expresiva al menos no con palabras y el no era muy observador pero hasta el momento se había dado cuenta de eso, bastaba verla a la hora de la cena que era cuando daba señales de estar en casa, siempre era lo mismo sentada al final de la mesa, junto a su hermano solo hablaba para saludar y quejarse de la comida.

Pero lo que no expresaba con palabras lo hacía con la mirada, aunque le parecía intimidante también le intrigaba, nunca había conocido a alguien que expresara con tanta facilidad lo que ni mil palabras podrían decir.

Sin ni siquiera voltear a verlo ni un solo segundo más se levanto de su asiento, salió de la habitación en completo silencio lo único que se podía escuchar era el sonido de sus botas al golpear el suelo, con la mirada baja rodeando con sus brazos su cuerpo delgado camino por la casa en busca de aire fresco, la lluvia no le iba a impedir dar sus paseos por los jardines.

Tomo del armario del lobby un abrigo impermeable un paraguas salió de ahí, le gustaba caminar sin rumbo fijo, sus largas caminatas muchas veces la alejaban mucho de casa o la llevaban a sitios que consideraba hermosos.

La noche llego pronto a la hora de la cena no había rastro de ella, Edward se notaba nervioso hasta preocupado no era para menos no tenía la mas mínima idea de donde podría estar, había llamado a su celular sin parar pero no había respuesta.
Pasaban más de la media noche estaba exhausto, molesto con los nervios de punta, no había manera de que se calmara, ya se había dado por vencido no podía seguir trabajando necesitaba un cigarro.

La lluvia ya había pasado dejando una estela de niebla y un frío invernal, tenía que calmarse aclarar su cabeza, en ese estado lo único que conseguiría era enfadarla y necesitaba saber por qué había estado más extraña de lo usual las últimas semanas.

Esta casa era de tu abuelo no –Le pregunto David que conversaba con Tom y Georg-

Ah sí… Si y la casa de los Highlands –Respondió Edward-

El hombre y los dos chicos continuaron su conversación al pie de la escalera mientras el sentado en uno de los escalones le daba una calada a su cigarro y acomodaba un poco su cabello despeinado.

Su similitud física con Helena era notable si ella era extraña hasta huraña el también tenía lo suyo, era estrafalario, un tanto bohemio ese aspecto desprolijo suyo mas sus hermosos ojos grises hacían de el un chico encantador.

Sentía sobre ella la mirada nerviosa del chico inspeccionando sigilosamente cada centímetro suyo para asegurarse de que todo estaba bien  dejo de ver la niebla que cortaba a cada paso suyo, un insonoro “Lo siento” salió de su boca.  Caminaba tan ligero que parecía flotar en el aire al girar un poco y verla a escasos centímetros suyos no hizo otra cosa que dar un salto refugiarse tras Tom.

Hizo el esfuerzo de no reír a carcajadas pero le fue imposible dejo salir unas cuantas luego cayo. Saludo a David entre risas, el hombre estrecho su mano hablaron unas cuantas palabras a los chicos le dio la impresión de que la conocía a Helena con anterioridad algo que se les hacia extraño era la primera vez que el estaba en esa casa o al menos eso pensaban.

Las burlas y las risas para Georg no se hicieron esperar al verla alejarse hacia donde su hermano se encontraba.  La joven se sentó junto a él a la espera de sus regaños pero estos no aparecieron.

Tengo frío – Se quejo Helena tras un momento de silencio- 

Frío?

Si un poco

Quieres te

Si

Anda sube a cambiarte yo lo llevo a tu habitación

Había rasgado una de sus mallas negras que cubrían sus piernas, no sabía cómo ni donde, supuso que fue en algún momento mientras estuvo en el bosque Maldición!! Se quejo mientras se las quitaba estaban arruinadas ya no había manera de repararlas, no quiso deshacerse de ellas  era demasiado hermosas, además no le parecía muy cuerdo botarlas.

Se encontraba sentada en ese viejo sofá negro que tanto adoraba viendo la madera  en la chimenea, que aun no había sido encendida el chico se acerco a ella dándole la taza de té.

Gracias

Necesito hablar con tigo

Lo siento- Se apresuro a decir- perdí la noción del tiempo

Una llamaba hubiera bastado, donde estabas?

Solo salí a caminar – Tomo un pequeño trago de su tasa-

Le hizo gestos para que le diera espacio en el sofá así lo hizo Helena, la rodeo con sus brazos  acercándola a él, asegurándose de no derramar el te sobre ella, aun la temperatura de su cuerpo estaba baja bastaba con acariciar un poco su piel para sentirlo. 
Esta todo bien – Pregunto Edward con un tono de preocupación en su voz-

Helena respiro un poco dejo salir un pequeño suspiro buscaba la manera de no preocuparlo más  de no tener que dar tantas explicaciones aun no se sentía segura de poder hablarle de eso, la última vez que lo hizo lo único que logro fue asustarlo.

No he podido dormir bien los últimos días  ya sabes que mi insomnio siempre va y viene. -Respondió al fin-


No sabía si sus palabras o si su tono tranquilizador  había convencido o no Edward este no dijo nada se quedo pensativo, el que no pudiese dormir no era algo nuevo, de alguna manera ya había aceptado esos lapsos en ella, no es que no le preocupara ni que en su cabeza no buscara una explicación del porque esto sucedía pero le temía a la respuesta aun las heridas estaba abiertas, a pesar del tiempo a pesar de todo aun continua sin poder hablar de ello.

Uh… Bueno supongo que mañana –Vio la hora en su reloj y corrigió- hoy puedes faltar al colegio

Puedo –Quiso saber sin ocultar la alegría en su gesto-

-Edward Sonrío- Papa no regresa hasta mañana yo llamo al colegio para avisar que no vas solo trata de dormir un poco está bien

OK

Dormir… No recordaba al última vez que había logrado hacerlo placenteramente las pocas veces que se quedaba dormida era cuando el cansancio se apoderaba de ella solo eran unas cuantas horas en las que literalmente su memoria se borraba y la dejaba en paz, solo unas cuantas horas de ese placer que se le había negado desde hacía ya mucho tiempo.

                                                                             ♦♦♦♦

Qué hace? –Pregunto Bill curioso observando por la ventana a lo lejos- Ginger dejo lo que estaba haciendo se acerco para ver lo que el chico observaba- Tomando fotografías –Respondió seria-. Fotografías? Pregunto el chico. La mujer lo observo por un momento estudiando detenidamente su reacción él solamente le sonrío y ella a él también.

Etiquetarla de “extraña” le parecía ofensivo para ella no era más que un ser complejo, algo extraordinario y incomprendido tenía su propia manera de ver el mundo quizás un tanto oscura y diferente que el resto de los mortales pero eso era Helena esa era su esencia. 

Quieres llevarle esto- Le pidió colocando cerca de él una tetera con agua caliente-

Yo!! –Respondió Bill un tanto paranoico-

Por favor, yo aun estoy retrasada con la cena, no tengo tiempo para jugar con ella

Ginger no espero si quiera a que él le respondiera lo tomo de su mano llevándolo fuera de la cocina lo encamino un poco por el jardín, le explico cómo llegar hasta donde ella estaba, Bill no entendía por qué ella había usado las palabras “entretenerla” o “jugar con ella”
si bien es cierto era bastante joven tampoco era una niña.

Jugar a que y porque él, se pregunto de camino a regañadientes esperando lo peor pues no le parecía muy sociable mucho menos después de lo que su hermano le había dicho.

En medio de unos de los jardines de flores cercanos a la casa se encontraba ella bajo una glorieta cubierta de una hierba muy verde, fotografía una pequeña mesa de forma redonda, cubierta de un mantel blanco sobre ella lo necesario para tomar el té como se debía, (algunos bocadillos, vajilla china muy antigua, algunos utensilios para prepararlo, recipientes con cubos de azúcar o miel cupcakes de miles de colores formas y sabores y por supuesto muchos frascos que contenían te).

La palabra jugar ahora si tenía más sentido, pues todo aquello parecía juego de niñas sumamente delicado y hermoso, Helena se detuvo por un momento le sonrío mientras colocaba sobre la mesa la tetera, observo curioso todo lo que ahí se encontraba, la chica tomo un par de fotografías mas y tomo asiento.

Gracias, supongo que Ginger no tiene tiempo

Ah,  No está algo ocupada con la cena

Si quieres te puedes sentar –Pido al verlo aun de pie-

Tenía un gesto gracioso en su rostro hasta algo dulce cosa que la hizo sonreír, el chico tomo asiento frente a ella observándola tomar lo que parecía ser un bulbo o una flor seca algo extraña la coloco en una taza vertió sobre ella agua caliente esta poco a poco se fue abriendo mientras desprendía un olor exótico y muy diferente.

Es de mis favoritos – Menciono a darle la taza- Pruébalo sin azúcar 
OK -le sonrío Bill-  Mm... –Bebió un poco- Que es? –Quiso saber llevando la taza cerca de su nariz-  Sabia… Sabía ni siquiera entendía muy bien cuál era su sabor nunca había probado nada igual pero le gustaba era diferente delicado, dulce, perfumado  simplemente delicioso.  

Es jazmín silvestre


Ella era agradable muy agradable algo tímida y cautelosa pensó Bill, pero después de un tiempo tras sus  constantes preguntas la observo más cómoda con su presencia, cuando ella le respondía con absoluta paciencia no podía evitar verla directamente a sus ojos  
eran tan extraños como hermosos.

Helena solo podía percibir de él una inocencia pura lo podía leer como uno de sus libros tras sus almendrados ojos color café no había nada oculto, su voz trasmitía calma era como un niño curioso queriendo saber absolutamente todo, entonces supo que podía confiar no había nada malo en el, podía pasar toda la tarde buscándolo que jamás lo encontraría.  

                                                                                 ♦♦♦♦

Maniatada entre sus sabanas blancas trataba inútilmente de conciliar el sueño, era una perdida de tiempo y de energías molesta llena de frustración se levanto de su cama tomo algo de ropa de su closet, con sus botas en sus manos camino por los pasillos desiertos de la segunda planta  hasta llegar al final tomo una libreta de uno de sus bolsillos leyó las instrucciones.

Minutos después se vio caminado por los pasadillos “secretos” que su abuelo tanto le hablo, no era mas que un enorme laberinto lleno de interminables corredores llenos de polvo alguno que otro bicho desagradable.

Su piel pálida se estremeció de extremo a extremo cubriendo su cabeza con el gorro de su abrigo camino lo más rápido que pudo para salir de ese lugar, cuando vio la luz que provenía del jardín se alegro notablemente lo único que deseaba era salir lo mas pronto posible estaba cubierta de polvo alguna otra telaraña con la sensación de sentir pequeños bichos que caminaban sobre ella.

Abrió el candado de esa vieja puerta la empujo un poco haciéndola crujir enormemente, si su idea era pasar desapercibida había fallado tal ruido se podría escuchar  desde las afueras de la cocina y ellos siempre solían estar ahí a esas horas pensó, sin siquiera volver su mira hacia atrás corrió hasta alejarse lo suficiente.

Una vez adentrada en los jardines respiro tranquila redujo su paso, era una noche hermosa el cielo estaba despejado como muy pocas veces lo estaba dejaba ver la luna brillar a plenitud, una brisa suave acariciaba con delicadeza su rostro, al llegar a los rosales el inconfundible perfume de estas flores se mezclo con una aroma que ODIABA y que conocía muy bien.


One million y cigarro…. Era el típico e inconfundible aroma de su hermano solo el tenia tan mal gusto pensó, entendía que se preocupara siempre había sido así sobre pero ella quiera estar sola el parecía no entenderlo. Se detuvo aspiro el perfume de unas de las rosas con suma discreción giro su mirada hacia tras iba a ser tan fácil perderlo en los tres años que tenían de vivir en ese lugar apenas si sacaba sus narices del estudio.

Río maliciosamente mientras tramaba su plan, tal vez seria una mejor idea jugar un poco con el antes pensó lo llevo sin ninguna dificultad al sitio ideal aquel que conocía como la palma de su mano y por alguna razón el le  temía, no entendía por que era solo un simple laberinto de arbustos.

Una vez en el comenzó su juego, derecha izquierda, izquierda derecha, unas cuantos pasos estaba totalmente confundido no entendía simplemente se había desvanecido, camino despacio por el estrecho camino rodeado de arbustos, una densa niebla hizo su aparición y con ella una voz.

No era más que una simple canción en gaélico de duendes y ninfas que Ginger le solía cantar cuando apenas tenía seis años en ese tiempo solía tener un efecto tranquilizador en ella quizás por que no entendía palabra alguna y siempre la ayudaba a dormir, diez años después aquella magia se había perdido al conocer el significado de cada de sus palabra.

Pero el no lo sabia solo escuchaba aquella hipnotizante voz que viajaba en el aire hasta sus oídos como un susurro, después de todo no fue tan buena idea seguirlo pensó, caminando con un poco mas de cuidado al no ver el camino gracias a la  niebla que ya llegaba poco mas arriba de sus rodillas.

Los cantos cesaron no podía escuchar nada ni siquiera sus pasos, al llegar al final de camino pudo ver como algo pasaba frente a el fue como un rayo ligero, liviano cortando la niebla a sus pies,  trato de no darle mas importancia a lo que debía era su imaginación que ya le haciendo una mala jugada pensó.

Ahora solo necesitaba enfocarse en buscar la manera de cómo rayos lo encontraba para poder salir de ahí ya había sido suficiente debía de regresar al estudio, giro lentamente sentía que mil ojos estaban obre el, se sentía MISERABLE como una pequeña e indefensa presa asechada por su predador, camino un poco casi a mitad del camino fue cuando lo noto era tan obvio respiro un poco no había duda podía reconocer ese aroma en cualquier lugar.

La escucho reírse levemente justo detrás de el a la espera de que se diera la vuelta y se dejara ver.

No se por que le tienes tanto miedo a este lugar -Hizo una pausa a la espera de su hermano-

Cobarde! –Río Helena-  Sabes que es… fastidioso… que… TU!!! 

La sonrisa se le borro de sus labios sus ojos se llenaron de sorpresa al ver el rostro de aquel chico se quedo inmóvil. 

martes, 27 de julio de 2010

Capitulo 2


Tras dos semanas de estar viajando de un lugar a otro cumpliendo algunos compromisos de la promoción de su disco, los chicos de nuevo regresaron a Londres si había algo de esa ciudad que Tom odiaba era su clima valla que lo odiaba, no había un solo día en que la lluvia  no hiciese su  acto de presencia esa noche al juzgar por el cielo también llovería.

Subes? -Pregunto Georg apagando su cigarro en el suelo-

El negó con su cabeza mientras llevaba sus ojos al cielo, estaba tan negro como su humor esa noche era de las pocas donde su paciencia lo había abandonado lo ultimo que deseaba era volver a encerrarse en ese estudio para tener la misma discusión con su hermano, se iba a quedar ahí un rato más o al menos hasta que el clima se lo permitiera.

El chico no insistió se alejo dejándolo en compañía de su perro, se inclino hacia atrás acostándose en esa silla que se encontraba cerca de la piscina acaricio el lomo del animal con la mano que caía en el borde de la silla y suspiro dejando salir con el un poco de frustración.

Lo sentía inquieto al tratar de tomar por el collar que colgaba de su cuello el perro salio tras algo que había llamado su atención lo siguió de cerca  por varios metros luego al llegar a una plazoleta lo vio perderse a toda velocidad entre unos arbustos, se había alejado demasiado de lo que conocía de esa casa temía perder a su mascota.


Lo llamo por su nombre una y otra vez pero no obtuvo respuesta decidió atravesar los arbustos que parecían ser puertas que llevaban a otro lugar quizás un jardín, Edward les comento que habían muchos ahí, camino un poco sobre el camino adoquinado unos pequeños faroles que colgaban de una especie de red que cubría la totalidad de ese lugar iluminaban su paso.


El jardín era realmente hermoso pero no tenia tiempo para fijarse en el deseaba encontrar pronto a su perro, lo escuchó ladrar un par de veces y de nuevo el silencio se apodero del lugar, no debía de estar muy lejos pensó, lo llamo de nuevo esta vez mas fuerte… nada no obtuvo respuesta se estaba angustiando no podía perderlo lo quería demasiado para hacerlo y por supuesto Bill lo iba  matar.

Derrotado se sentó en el césped recargando su espalda sobre un enorme árbol de pino en una gran parte del suelo habían pequeñas  bellotas tomo una de ellas entre sus dedos tratando de calmar su preocupación, una brisa helada termino con la tranquilidad de las ramas de ese árbol que empezaron a moverse con una suavidad relajante inundando con su perfume cada centímetro del jardín.

Cerro los ojos por un momento, solo un momento se dijo a si mismo estaba tan cansado aquel aroma fresco ese sonido envolvente de las ramas de ese árbol había logrado calmarlo, se cuerpo entero se relajo por unos cuantos minutos logro olvidarse de casi todo, su perro tenían que encontrarlo, fue lo ultimo que cruzo por su cabeza antes de quedarse dormido.   

Despertó sobresaltado al sentir algo frío en su rostro vio a su alrededor aun aturdido, tenia la impresión de haberse dormido por horas pero apenas habían trascurrido escasos minutos su perro su adorado perro lo olfateaba con su nariz fría tratando de despertarlo.

Donde estabas? Pregunto como si fuera a responderle…


Ese sábado el sol se apodero de la mañana había una calidez agradable en el ambiente las quejas de los chicos habían sido escuchadas, aunque deseaban poder quedarse un rato mas en sus camas al menos ese día tendrían la tarde libre.


En el jardín trasero se dieron cita para tomar el desayuno, Ginger les servia el café, no recordaba la ultima vez que había algo de vida en esa casa. Los últimos tres años había estado tan fría la única que le daba algo de alegría a ese lugar era Helena claro si tenia ánimos, pensó mientras continuaba sirviendo.


Por el contrario ella no había despertado de buen humor, aunque estaba alejados lo suficiente como para no escuchar nada bastaba verla discutir con su padre para darse cuenta, se acerco sentándose junto a su hermano hablando entre dientes alguna cosa en francés, cubrió su rubia cabellera con el gorro de su suéter resoplo furiosa.

Hace calor no – Dijo fastidiada, con la voz algo afectada aun por el sueño-

Que paso –Pregunto su hermano-

No quiero ir!!  

Lo sé… pero  tranquila todo va estar bien

Por el enojo se había olvidado de saludar antes de que su padre digiera algo se disculpo amablemente y saludo, observo con disimulo lo que había servido en la mesa ante la mirada vigilante de Ginger.

Quiere te? –Le pregunto –

Si por favor

En muy raras ocasiones salía de su habitación aun con la ropa de dormir, cosa que Edward noto de inmediato cuando quiso preguntarle Ginger se acerco colocando el plato de su desayuno frente a ella.

La joven le dio un vistazo y suspiro sabía que no estaría tranquila hasta verla comer  tomo algo de su desayuno llevándolo hasta su pequeña boca, la mujer le sonrío dulcemente se alejo satisfecha al verla se apresuro a tomar de su taza de te necesitaba quitar ese sabor de su paladar antes de que las nauseas la traicionaran.


No entendía por que estaba tan inquieto pero desde el primer momento en que la vio acercarse se comporto así, apenas si le dio tiempo de sujetarlo antes que fuera corriendo tras ella, tras varios regaños e intentos de distraerlo el curioso perro se había calmado o eso pensó.


Quieres un poco mas? –Pregunto Gustav al verla tomar casi en su totalidad de su taza de te-

Oh –Río avergonzada- si gracias 

No te preocupes solo a vomitado un par de veces en la mesa –Bromeo Edward -

Aunque no le hacia mucha gracia el comentario no lo expreso o al menos no de la manera en que solía hacerlo, bebió un poco mas de su taza de te  mientras su ojos se enfurecían de una manera un tanto extraña al ver a su hermano, mirada que cambio radicalmente de furia a sorpresa al sentir como algo debajo de la mesa que movía todo lo que se encontraba sobre ella.

Gustav y Edward tomaron algunas cosas para que no cayeran, mientras ella curiosa levanto un poco el mantel  que cubría la mesa observo bajo ella.

Hey… Hola!!! –le dijo mientras acariciaba suavemente su cabeza. Tomo una tira de tocino de su plato  se la dio, el perro la devoro en segundos.

Ya lo habías visto antes –Quiso saber Edward al ver la reacción del perro-

No  porque –Respondió dudosa-

Parece que te conociera de toda la vida

Al percatarse de que ya no estaba junto a el, Tom lo busco con la vista al otro extremo de la mesa, ahí estaba devorando como si un hubiese comido en su vida alguna cosa que ella le daba. Suspiro un par de veces se levanto de su asiento camino un poco hasta llegar donde el.

Hey vamos!! –Lo tomo de su collar y tiro un poco de el- Lo siento…

No! no me molesta en lo absoluto

Le pareció curioso no es que su mascota no fuera sociable, solo que tuvo la impresión al verlo que ya la conocía con anterioridad lo pensó un poco, pero de verdad no le molestaba al contrario se deshacía con gusto de la mayoría de las cosas que tenia en su plato, le dijo algo en alemán al perro que ella no entendió de nuevo regreso a su asiento.

Satisfecho y mas que feliz, apoyo su cabeza sobre la pierna de la chica que lo acariciaba, le sonría encantada siempre le habían gustado los perros pero su padre por alguna razón se había negado tener uno en casa. Ginger regreso de nuevo se acerco a Helena recogiendo su plato no pudo sorprenderse notablemente.

Lo comió usted o se lo dio al perro –Pregunto curiosa con un tono de voz que mostraba molestia-

Con lo que respecta a la comida Helena era igual de extraña como ella misma, después de que su risa la delatara tomo dos de los cupcakes que habían en la mesa eran tan hermosos que daba pena comerlos pensó. 

                                                                        ♦♦♦♦

El auto la dejo en la estación del tren, camino hasta la boletería aguardo en la fila paciente que  fuera su turno, no había peor tortura que pasar el poco tiempo que tenia libre en casa de su abuela, aborrecía a esa mujer con todas sus fuerzas  su casa solo le traiga malos recuerdos se acerco a la ventanilla pidió el boleto con pocos ánimos al menos viajar en tren unas cuantas horas la distraería un poco.


Se encontró con una relativa calma al regresar a casa, las puertas que daban al jardín trasero estaba abiertas de par en par supuso que debían de estar ahí, al ver la correspondencia en la mesa se detuvo a revisarla  tomo el sobre que venia dirigido para ella reviso su  procedencia.

Con el sobre en su mano camino hacia el jardín trasero la noche estaba más calida que de costumbre algo muy atípico de la temporada el invierno estaba a solo semanas de llegar, se deshizo de su abrigo mas algunas otras cosas colocándolas cerca de ella sentándose en uno de los asientos que ahí se encontraban,  aquel sobre emanaba un olor exótico era como si dentro de el hubiese una pequeña muestra de algún lejano e interesante lugar.

Especies, incienso, canela, coco… aspiro profundamente llenando sus pulmones de ese extraordinario aroma, abrió cuidadosamente el sobre encontrándose con pequeñas cajas aromáticas, figuras de elefantes, dioses y una carta.


Querida Helena


Se que odias que empiece con esta pregunta, pero todo esta bien? Tengo este presentimiento de nuevo, hace más de dos semanas que no me escribes quiero pensar que solo no has tenido tiempo  solo eso.

De todas maneras… Ahora estoy en la India los aromas de este sobre te han dado ya una pista no? Me gustaría que estuvieses aquí aunque se que los lugares calidos y tan coloridos  no son para ti pero deberías verlo es fascinante.

Te he enviado muchas cosas espero que todas lleguen en perfecto estado, tu colección me muero por verla después de todos estos años creo sin temor a equivocarme que ha de ser maravillosa.

Escríbeme necesito saber de ti.  No tardes!!

Saludos y besos para esos dos cuídalos. Un abrazo y dulces sueños para ti mi niña.

                                                             BB

Al terminar de leer la carta, termino de inspeccionar con sumo cuidado todo aquello que contenía las pequeñas cajas, exhausta al fin pensó, guardo todo dentro del sobre se recostó en esa silla viendo hacia el cielo estaba tan hermoso pensó.


Debía de estar mucho tiempo ahí pensó al verla, al rozar con delicadez la piel de su brazo pudo sentir lo fría que estaba susurro su nombre un par de veces en su oído pero no pudo despertarla, la observo con una leve sonrisa en sus labios y un gesto que reflejaba nostalgia.

Puedes llevar  sus cosas? –Pidió al chico tomándola en brazos y llevándola al interior de la casa- Tomo lo que estaba junto a ella más el sobre de la mesa lo siguió hasta el segundo piso de la casa donde estaba la habitación de la chica.

Entra – Lo escucho decir al entrar por la puerta  de la habitación – Deja eso por ahí ya regreso.

La habitación era enorme al menos doblaba el tamaño de la suya  eso ya era mucho decir, tenia aspecto de museo o de una especie de maquina del tiempo que te trasladaba algún siglo pasado, Helena tenía cierta fascinación por la época victoriana su habitación recreaba a la perfección ese ambiente antiguo, extraño, oscuro con ciertos tintes góticos muy sutiles.

Camino un poco por algunas de las muchas estancias del lugar, mientras Edward la llevaba a su cama,  sabia lo cuidadosa que era con sus  “trajecitos estrafalarios“ (así solía llamarlos el) al verla con ese vestido de falda voluminosa, trato de despertarla una vez mas pero no lo logro.

Esa estancia era la mas extraña de todas las espesas cortinas color púrpura apenas si dejaban entrar algo de luz artificial al lugar, estaba realmente fría, con las paredes cubiertas de repisas llenas de libros, una colección bastante grande de pinturas con un tema a en común mujeres oscuras y algo siniestras.

Un viejo sofá negro con detalles en madera ubicado estratégicamente frente a una ventana que al juzgar por lo visto a través de ella tenía una vista realmente espectacular.

Sobre el vejo sofá  había un libro mas  la caja de música que había visto la ultima vez, estaba seguro de que esa era, tomo ambas cosas para sentarse en el sofá, al darle cuerda las primeras melodías lo terminaron de asegurar, la coloco en el suelo junto a el, vio un poco el libro.

Esa melodía resonaba en su cabeza con tal familiaridad, sentía y estaba seguro que la había escuchado en alguna otra ocasión solo que no lo podía recordarlo aun, coloco todo donde lo encontró sobre ese viejo sillón salio de ahí es busca de algo mas de calidez algo que iba a ser difícil encontrar.

                                                                        ♦♦♦♦

La voz de esa mujer calmando su llanto, las risas de los niños que jugaba a su alrededor, los rostros de las personas en ese lugar, el viejo árbol de roble, el aroma que llevaba la brisa, inclusive esa sensación de miedo todo estaba ahí intacto congelado en el tiempo, las imágenes rodaban en su cabeza con tal precisión era como si hubiese estado ahí.

Despertó, lentamente se incorporo en la cama mientras recuperaba la calma al sentir la humedad de las lágrimas  bajo sus ojos tomo un pañuelo de papel que estaba en la mesa junto a su cama las limpio un poco, a pesar de que no era la primera vez que le ocurría  no podía acostumbrarse, de cierto modo aun le temía.

Suspiro profundo salio de la cama desvistiéndose cuidadosamente, dejo su atuendo sobre ella no quería dañarlo había sido suficiente haberse quedado dormida con el, sentándose en el pequeño sillón de su tocador su mirada se perdió en el espejo por unos cuantos minutos.

Helena? –Escucho llamar tras la puerta- El sonido de la voz mas los golpes de la puerta lograron sobresaltarla y traerla de vuelta – Quien es? –Quiso saber confundida-  

Es Ginger, no quise despertarla pensé que ya lo estaba regreso mas tarde

Se levanto de su asiento con rumbo a la puerta la abrió dejando entrar a la mujer.

Ya estaba despierta no te preocupes- Dijo tomando de nuevo asiento frente al espejo.

La mujer llevaba consigo sabanas limpias alguna otras cosas más para la habitación de la chica, como era su costumbre de inmediato abrió las cortinas para dejar entrar algo de luz y calidez, Helena cerro un poco sus ojos al sentir la claridad sobre su rostro.

Cúbrase un poco se va enfermar – Regaño la joven mujer la habitación esta mas fría que de costumbre pero al verla parecía no molestarle. Quiere que lleve esto a la tintorería- Pregunto tomando la ropa que había sobre la cama-

No obtuvo respuesta alguna estaba extraña por llamarlo de alguna manera algo pensativa y distante solo se observaba en el espejo como si no reconociera su propio reflejo, Ginger continuo con lo suyo termino de arreglar la cama coloco algunas flores frescas, preparo la ropa para llevarla a la tintorería tras largos minutos de completo silencio por fin hablo.

Sabes que es Cullen Skink?

La mujer se detuvo por un momento. Cullen Skink?  Mi bisabuela si ella,  nos lo preparaba de vez en cuando es una receta escocesa, porque pregunta eso –Quiso saber algo extrañada, casi lo había olvidado hacia mucho tiempo que ni siquiera  escuchaba esa palabra- 

No se  solo se me vino a mi cabeza ese nombre. Sabes prepararla

Creo que aun debo recordarlo aunque nunca la he preparado yo sola –Respondió volviendo a lo suyo-

Puedes prepararla para mí

No creo que le agrade es solo una simple sopa de papas, cebollas…

Por favor – Le dijo interrumpiendo  su frase, se dio la vuelta y la observo- solo un poco para mí

Esta segura? –La chica le sonrío asintió con su cabeza-  Donde escucho ese nombre?

No lo se solo… solo lo recordé creo

Recordarlo? Esta segura es una muy vieja comida nuestra no creo que alguna vez lo haya ni siquiera escuchado usted es muy joven

Sentencio la mujer la verdad es que si era extraño que preguntara eso no recordaba si quiera hablarle hablado alguna vez de ello. Era una comida muy vieja tenia por lo menos un par de siglos de haberse creado solo la comían en las costas escocesas de donde Ginger provenía ni siquiera sus propios sobrinos sabían que demonios era Cullen Skink como lo iba  a saber Helena pensó. 

viernes, 23 de julio de 2010

Helena Play list

Me parecio increible esta musica para darle un poco mas de ese "ambiente" que quiero para el fic
Que opinan?

martes, 20 de julio de 2010

Capitulo 1


El mal clima típico de la ciudad les daba la bienvenida, bajo una lluvia persistente los chicos entraron rápidamente al auto que los esperaba a la salida del aeropuerto en completo anonimato, su equipo había hecho esfuerzos sobrehumanos para que su estadía en Londres pasara completamente inadvertida.

El viaje les tomaría más tiempo de lo provisto así que era mejor ponerse cómodos y esperar pacientemente a que el congestionado tráfico los dejara avanzar, poco a poco cada uno de ellos fue sediento ante el sueño, el único que aun continuaba despierto después de algún tiempo era Bill que observaba por la ventana curioso.

Al salir de la ciudad el paisaje había cambiado por completo atrás había quedado el caos para dar paso a hermosos y tranquilos paisajes, que fueron adormeciendo al chico con el pasar de los minutos. El lugar hacia donde se dirigían quedaba a tan solo cuarenta minutos en auto de Londres, pero daba la impresión de haber viajado por horas.  

Eso fue la sensación que tuvo Tom al despertar y ver a su alrededor el auto tomo un desvío de la carretera condujo por un pequeño paraje rodeado de árboles de pino a lo lejos se podía observar un edifico de color gris muy antiguo, tuvo la impresión de que esa era el lugar donde se quedarían durante su estadía en la ciudad.

La propiedad le pertenecía al  productor con quien trabajarían en su nueva gira, lo habían conocido meses atrás su disquera había hecho todos los arreglos para que trabajara con los chicos y su equipo, un hombre sumamente amable había congeniado con ellos casi desde el primer momento en conocerlos, no dudo en hospedarlos en su casa.

Era tan antigua como hermosa, rodeada de extensos bosques, jardines y un pequeño lago, el lugar era inmenso la llamaban Pollock House era una de las pocas edificaciones que aun continuaban en pie en esa villa.

El auto ingreso por los portones de hierro que se encontraban abiertos se detuvo frente al edificio en una pequeña plazoleta, la llovizna persistente no los dejo salir del auto, esperaron unos minutos el hombre salio a recibirlos llevándolos dentro del lugar.

No era tan ostentoso como pensaban pero aun así era imponente daba la impresión que el tiempo en ese lugar se había detenido para siempre, los llevo a recorrer un poco el lugar  después de que se instalaran  descansaran un poco tomaron el almuerzo en el jardín la lluvia ya había cesado no había un buen clima pero al menos les permitía disfrutar un poco del aire fresco.

El vivía con sus dos hijos  Edward, un joven de cabello castaño oscuro, piel muy blanca, ojos grises, algo desprolijo, apenas si tenia unos cuantos años más que los chicos había heredado el talento de su padre para los negocios y la música los acompañaba esa tarde, los chicos ya habían tenido la oportunidad de conocerlo estaría trabajando con ellos  haciéndose cargo de algunas cosas cuando su padre saliera del país por sus viajes de negocios.


                                                                             ♦♦♦♦


Ella llego el lunes por la tarde, había pasado el fin de semana en casa de su abuela en Paris ese día las clases en su colegio habían sido suspendidas por las festividades, esperaba a que el chofer le ayudara a bajar su equipaje del auto, abrió la puerta para que el pudiera pasar se detuvo en el lobby de la casa a revisar la correspondencia que ya llevaba apilada unos cuantos días.

Tomo lo que pertenecía colocándolo dentro de uno de los bolsillos de su abrigo se dirigió rumbo a la cocina con una pequeña caja de galletas en sus manos, entro en completo silencio interrumpiendo lo que Georg hablaba con Tom el chico estaba de pie junto a la ventana cuando tuvo la sensación de que alguien se acercaba.

Se quedo en silencio viendo como colocaba la caja sobre uno de los muebles de la cocina y se dirigía al refrigerador, Tom sentado en uno de los sofás cerca de la ventana giro su mirada hacia el a la espera de que terminara la frase.

El chico no dijo nada solo la señalo con la mirada en dirección donde se encontraba la joven de vestimenta extraña,  ni siquiera se había percatado de su presencia con una botella de agua en sus manos se acerco de nuevo a donde estaba la caja y los pudo ver, se quedo en silencio hasta que pudo recordar que su padre ya le había comentado algo sobre ellos.


Eh… Hola –Saludo algo confundida-

Ambos solo le sonrieron ninguno de las dos tenían la menor idea de quien era, su nombre era Helena la hermana menor de Edward, los cuatro la conocieron ese mismo día en la cena.

La palabra extraña encajaba a la perfección a la hora de describirla, porque había mucho de eso en ella, de cabello rubio, piel hermosamente pálida de rasgos finos delicados e inocentes que se fusionaban con su mirada gris, perturbadora y hasta macabra, esa particular combinación la hacia digna de alguna de las controvertida creaciones de Mark Ryden.

Tenía un aspecto antiguo, elaborado, con tintes dramáticos, de personalidad oscura y melancólica,  sentada al final de la mesa jugaba con su comida sumida en su mundo ni siquiera mostraba el menor interés de sumarse a la conversación solo se detenía de vez en cuando a observarlos por unos cuantos minutos.

Ser el blanco de la atención no era algo nuevo para ellos pero era imposible no sentirse incómodos  hasta intimidados ante su extraña mirada que seguía con detenimiento cada movimiento suyo

Helena que haces –Le susurro su hermano al oído-

Aunque algunas veces disfrutaba haciendo sentir miserable al que estaba frente suyo esa no era su intención esa noche, solo tenía un poco de curiosidad la chica sonrío desviando  la mirada hacia el.

Lo siento estoy aburrida

Creo que los estas asustando – Dijo sonriente-

Me puedo ir –Respondió entre risas-

Nos has comido nada

No me gusta esto

 Ve

Se disculpo educadamente salio a toda prisa de esa habitación parecía que no podía soportar ni un solo minuto mas, los chicos con total disimulo la vieron salir de ahí un poco aliviados quizás,  gesto que solo hizo que Edward riera mas.

Camino con tranquilidad por los pasillos que la llevaban a los jardines lo único que se podía escuchar era el sonido del tacón de sus botas golpear con suavidad el camino, necesitaba con urgencia escapar  antes de sucumbir ante la desesperación y el aburrimiento.

Temprano en la mañana mientras se servia un poco de te vio por la ventana algo que llamo su atención, venia lejos pero aquella figura vestida de negro que caminaba apresurada hacia la casa se le hacia familiar, con la taza entre sus manos salio de la cocina en dirección al lobby espero de pie paciente junto a la puerta a que se aproximara.

Que rayos hace? se pregunto al asegurarse que era ella, no había ninguna duda aun llevaba ese abrigo extraño de la noche anterior, bebió de su taza mientras abría la puerta, una ráfaga de aire helado golpeo el rostro adormecido del chico.

Que demonios estas haciendo?

Buenos Días – Se acerco beso su mejilla-

Sus pequeños y rojos labios estaban fríos como cubos de hielo contrastante con la piel calida de su hermano, aunque su rostro ocultaba con éxito algo que la pudiese delatar en sus ojos había un pequeño hilo de cansancio.

Estas bien? -El joven giro su mirada hacia el bosque-

Si… -Vio hacia la misma dirección- Porque?

No –La observo serio-  nada  ve a cambiarte que se te hace tarde para ir al colegio.

Helena – Llamo al verla subir por las escaleras-

Si

Estas segura de que esta todo bien

Lo esta  es solo…. Solo necesitaba caminar –Le sonrió-

Estudiaba en uno de los colegios de más tradición y prestigio de la ciudad generación tras generación de su familia  había sido educada en ese lugar, su padre tuvo serias dudas en que ella se adaptara, era solo cuestión de tiempo para que se metiera en problemas por esa manía suya de desconcertar a las personas.

Por lo general era una chica tranquila pero la mínima provocación hacia que se despertara en ella ese cinismo  y  gusto por causar controversia, a falta de escasos meses para que su ultimo año escolar terminara los problemas milagrosamente habían sido mucho menos de lo que el esperaba.

Se acerco en silencio tomo uno de los scones que habían en la bandeja tomo un pequeño trozo lo llevo a su boca, la mujer al verla junto a ella se sobresalto, volvió a ver hacia la puerta luego a ella, mientras se preguntaba en que momento había entrado.

Buenos días –Saludo risueña-

Por que le gusta hacer eso

Que

Eso!!  Aparecerse así de la nada, que susto me ha dado –Llevo su mano a su pecho-  

Jaja Ginger, sabes donde esta mi hermano?

En el jardín tomando el desayuno con esos chicos 

Mm..

Son adorables no le parece

Supongo –Hizo un gesto de indiferencia, mientras llevaba otro trozo a su boca-  

Puede llevarles esa bandeja mientras termino de preparar esto

Tomándola con ambas manos salio hacia el jardín, aquella mañana estaba de verdad muy hermosa pensó, fría ventajosa había algo de neblina entre los árboles le gustaba mucho esa imagen  tenia algo que la tranquilizaba le parecía sumamente hermoso.

Al llegar saludo amablemente colocando la bandeja sobre la mesa había un lugar vacío entre su hermano y Georg en el cual se sentó. Ese gesto en su rostro sabia perfectamente que algo se traía, busco a su padre con la mirada en la mesa pero no estaba mejor aun pensó la chica.


Tengo que pedirte algo  -Dijo entre susurros casi imperceptibles-

Que -No le había entendido nada pero al verla rebuscar entre los bolsillos de su uniforme tuvo una leve idea- Ah no no no no –Se negó de inmediato-

Por favor!! -Coloco cerca de él el pequeño sobre blanco-

La última vez fue más que suficiente, aun debes te tener algo no

La colección de invierno sale este viernes – Dijo en tono angustiante-

En todo ese lapso de tiempo Georg se quedo en silencio escuchando la conversación de ellos dos, le costaba entenderle ella solía acentuar mucho más su acento británico haciendo que su voz sonora… era un poco difícil de explicar no era melosa ni excesivamente dulce pero tenia algo encantador.  

Edward suspiro fastidiado fue ahí done ella supo que había aceptado, su rostro se ilumino con una sonrisa de esas que pocas veces le veía se levanto le dijo algo al oído que siempre lograba convérselo por completo al verla alejarse abrió el sobre leyó las instrucciones cuando contó el dinero se sorprendió.

Como lo hace- Pensó en voz alta quedándose pensativo-  


                                                                             ♦♦♦♦
Era la cuarta noche de lo que iba de la semana en la que escuchaba de nuevo esa melodía de piano, tenia la sensación de que la había oído en alguna otra ocasión pero no podía recordar donde, aquella suave triste y melancólica canción no era el hip- hop alemán que le solía gustar ni siquiera algo de su hermano o los otros dos chicos eso lo intrigaba, por que sentía que la conocía se pregunto acostado en su cama.

A pesar de la lluvia  de esa noche  podía oírla casi sin ninguna dificultad, no le molestaba en lo absoluto al contrario las veces que la escuchaba había podido conciliar el sueño mucho mas fácil de lo usual, pero si aumentaba su curiosidad quería saber como o por que sentía conocerla.

Tomo de la mesa contiguo a su cama su celular vio la hora pasaban ya mas de las tres de la mañana apenas si tenia unos cuantos minutos de haberse acostado los mismos que tenia esa melodía sonando, al intentarlo colocar de nuevo sobre la mesa este se callo al suelo quedando justo detrás de ella, se incorporo sentándose sobre su cama, para moverla  y tomar su celular.

Al hacerlo esa tonada que tanto le intrigaba se pudo escuchar mejor, el sonido provenía de un conducto que estaba detrás de esa antigua mesa al verlo supo que no lo habían usado en años había oxido en los hierros de la mampara que lo cubría. Se acerco curioso e intento moverla, fácilmente la pudo quitar dejando al descubierto una capa de telarañas y algo de polvo el sonido ese sonido se hizo más notable.

Su habitación, la de Bill y los otros dos chicos estaban ubicadas en el segundo piso de ese lugar y si sus cálculos no le fallaban la suya en particular debía de estar sobre las estancias que había visto contiguo al lobby principal, tomo una de sus suéteres se abrigo bien bajo hasta la primera planta, lo único que se escuchaba la insistente lluvia solo eso.

Intento abrir una de las puertas esta cedió fácilmente encontró un par de lámparas de luces tenues encendidas dejándolo ver lo que parecía ser una biblioteca o un despacho cerró la puerta despacio, todo ahí era como el resto de la casa antiguo y un poco extraño para su parecer.

Camino despacio mientras escuchaba la música observando las paredes que estaban cubiertas de muebles interminables llenas de libros, cerca de la ventana había un escritorio una chimenea, una hermosa alfombra que cubría todo el piso de la habitación más mucho muebles antiguos y algunas pinturas de personas que parecían seguirlo con la mirada con cada paso que daba.  

Detrás de una cortina marrón se encontró una puerta entreabierta, de ahí provenía las notas que pertenecían a esa melodía que lo trajo a ese lugar, al dar un paso para entrar el crujir de la madera anuncio su presencia, estaba todo oscuro lo único que llevaba algo de luz a ese pequeño espacio era una vela blanca que aun estaba encendida sobre el piano era como si alguien hubiese estado ahí, quizás solo segundos antes de que el llegara.


Tom se acerco estaba completamente seguro que esa melodía provenía de el piano y no de esa extraña caja  de música que estaba sobre el, ese sonido metálico  no podía ser perceptible en su habitación era casi imposible pensó.

El chico tomo asiento intento tocar algunas notas que aun estaban frescas en su memoria fueron solo unas pocas, un conducto igual al que había en su habitación lo distrajo  podía asegurar que era el encargado de conducir el sonido hasta ella.

Valla lugar –Dijo en voz alta y sonrío-

Estuvo sentado ahí unos cuantos minutos recordando sin éxito donde la había escuchado, le dio cuerda una vez mas a la caja de música, cerro la tapa del piano antes de salir apago la vela dejando en completa oscuridad esa habitación.