Aquella voz que le hablaba se escuchaba tan lejana, las imágenes que llegaban a sus ojos no era más que sombras difusas sin ningún sentido.
Los pensamientos se agolpaba en su cabeza listos para hacerla delirar y de nuevo aquella voz los alejaba. Un fuerte apretón de manos la mantuvo despierta por un momento, para luego ser arrastrada aquel abismo infernal.