jueves, 29 de julio de 2010

Capitulo 3


Esa tarde de domingo la lluvia había regresado, sentada en el sofá que había junto a la ventana esperaba a que Ginger terminara de prepararla solían hablar de tantas cosas mientras estaban ambas en la cocina pero en esa ocasión parecía no tener aminos.

Ya esta lista. Anuncio la mujer, coloco el plato humeante junto a un recipiente con pan y un taza de té de jazmín, la chica se acerco tomo asiento cerrando los ojos respiro profundo.
Tenía ya mucho tiempo de conocerla como para saber cuándo necesitaba compañía o cuando no, la mujer salió de la habitación dejando a Helena sola,  era de esos días donde no se sentía como ella misma llena de emociones inexplicables e ilógicas que un simple plato de sopa había despertado.

Su cabeza estaba llena de preguntas, recuerdos e imágenes que no podía descifrar no le pertenecían era imposible que lo fuese, pero por que los sentía como suyos se había hecho esa pregunta tantas veces hasta el momento no había podido encontrar una respuesta y quizás jamás la encontraría.

Después de casi más de una hora supo que ya había pasado demasiado tiempo en ese sofá aunque ese tiempo a solas había logrado disipar sus pensamientos también había logrado aburrirla.

Siempre llueve tanto- Pregunto el chico de trenzas- Estaba de pie tras ella viendo por la ventana lo mismo que Helena observaba… Nada.

Por un momento pensó que la había asustado, se giro lentamente hacia él  en sus ojos se podía ver un rastro de temor al no reconocer la voz  quien le hablaba.

Si –Respondió sin ganas- Como si las palabras le fueran prestadas, lo observo con total indiferencia hasta con un dejo de prepotencia de nuevo desvió su mirada hacia la ventana.

Tom llevaba ya  algún tiempo en la cocina el suficiente para prepararse algo caliente de tomar, en todo ese tiempo ella no daba señales de vida, podría jurar que ni siquiera respiraba.

Ignorando cualquier señal obvia y también quizás  un poco desafiante se sentó al extremo del sofá ya había escuchado a su hermano decir que era poco sociable si esa era la palabra que había usado Edward para referirse a ella.

No era muy expresiva al menos no con palabras y el no era muy observador pero hasta el momento se había dado cuenta de eso, bastaba verla a la hora de la cena que era cuando daba señales de estar en casa, siempre era lo mismo sentada al final de la mesa, junto a su hermano solo hablaba para saludar y quejarse de la comida.

Pero lo que no expresaba con palabras lo hacía con la mirada, aunque le parecía intimidante también le intrigaba, nunca había conocido a alguien que expresara con tanta facilidad lo que ni mil palabras podrían decir.

Sin ni siquiera voltear a verlo ni un solo segundo más se levanto de su asiento, salió de la habitación en completo silencio lo único que se podía escuchar era el sonido de sus botas al golpear el suelo, con la mirada baja rodeando con sus brazos su cuerpo delgado camino por la casa en busca de aire fresco, la lluvia no le iba a impedir dar sus paseos por los jardines.

Tomo del armario del lobby un abrigo impermeable un paraguas salió de ahí, le gustaba caminar sin rumbo fijo, sus largas caminatas muchas veces la alejaban mucho de casa o la llevaban a sitios que consideraba hermosos.

La noche llego pronto a la hora de la cena no había rastro de ella, Edward se notaba nervioso hasta preocupado no era para menos no tenía la mas mínima idea de donde podría estar, había llamado a su celular sin parar pero no había respuesta.
Pasaban más de la media noche estaba exhausto, molesto con los nervios de punta, no había manera de que se calmara, ya se había dado por vencido no podía seguir trabajando necesitaba un cigarro.

La lluvia ya había pasado dejando una estela de niebla y un frío invernal, tenía que calmarse aclarar su cabeza, en ese estado lo único que conseguiría era enfadarla y necesitaba saber por qué había estado más extraña de lo usual las últimas semanas.

Esta casa era de tu abuelo no –Le pregunto David que conversaba con Tom y Georg-

Ah sí… Si y la casa de los Highlands –Respondió Edward-

El hombre y los dos chicos continuaron su conversación al pie de la escalera mientras el sentado en uno de los escalones le daba una calada a su cigarro y acomodaba un poco su cabello despeinado.

Su similitud física con Helena era notable si ella era extraña hasta huraña el también tenía lo suyo, era estrafalario, un tanto bohemio ese aspecto desprolijo suyo mas sus hermosos ojos grises hacían de el un chico encantador.

Sentía sobre ella la mirada nerviosa del chico inspeccionando sigilosamente cada centímetro suyo para asegurarse de que todo estaba bien  dejo de ver la niebla que cortaba a cada paso suyo, un insonoro “Lo siento” salió de su boca.  Caminaba tan ligero que parecía flotar en el aire al girar un poco y verla a escasos centímetros suyos no hizo otra cosa que dar un salto refugiarse tras Tom.

Hizo el esfuerzo de no reír a carcajadas pero le fue imposible dejo salir unas cuantas luego cayo. Saludo a David entre risas, el hombre estrecho su mano hablaron unas cuantas palabras a los chicos le dio la impresión de que la conocía a Helena con anterioridad algo que se les hacia extraño era la primera vez que el estaba en esa casa o al menos eso pensaban.

Las burlas y las risas para Georg no se hicieron esperar al verla alejarse hacia donde su hermano se encontraba.  La joven se sentó junto a él a la espera de sus regaños pero estos no aparecieron.

Tengo frío – Se quejo Helena tras un momento de silencio- 

Frío?

Si un poco

Quieres te

Si

Anda sube a cambiarte yo lo llevo a tu habitación

Había rasgado una de sus mallas negras que cubrían sus piernas, no sabía cómo ni donde, supuso que fue en algún momento mientras estuvo en el bosque Maldición!! Se quejo mientras se las quitaba estaban arruinadas ya no había manera de repararlas, no quiso deshacerse de ellas  era demasiado hermosas, además no le parecía muy cuerdo botarlas.

Se encontraba sentada en ese viejo sofá negro que tanto adoraba viendo la madera  en la chimenea, que aun no había sido encendida el chico se acerco a ella dándole la taza de té.

Gracias

Necesito hablar con tigo

Lo siento- Se apresuro a decir- perdí la noción del tiempo

Una llamaba hubiera bastado, donde estabas?

Solo salí a caminar – Tomo un pequeño trago de su tasa-

Le hizo gestos para que le diera espacio en el sofá así lo hizo Helena, la rodeo con sus brazos  acercándola a él, asegurándose de no derramar el te sobre ella, aun la temperatura de su cuerpo estaba baja bastaba con acariciar un poco su piel para sentirlo. 
Esta todo bien – Pregunto Edward con un tono de preocupación en su voz-

Helena respiro un poco dejo salir un pequeño suspiro buscaba la manera de no preocuparlo más  de no tener que dar tantas explicaciones aun no se sentía segura de poder hablarle de eso, la última vez que lo hizo lo único que logro fue asustarlo.

No he podido dormir bien los últimos días  ya sabes que mi insomnio siempre va y viene. -Respondió al fin-


No sabía si sus palabras o si su tono tranquilizador  había convencido o no Edward este no dijo nada se quedo pensativo, el que no pudiese dormir no era algo nuevo, de alguna manera ya había aceptado esos lapsos en ella, no es que no le preocupara ni que en su cabeza no buscara una explicación del porque esto sucedía pero le temía a la respuesta aun las heridas estaba abiertas, a pesar del tiempo a pesar de todo aun continua sin poder hablar de ello.

Uh… Bueno supongo que mañana –Vio la hora en su reloj y corrigió- hoy puedes faltar al colegio

Puedo –Quiso saber sin ocultar la alegría en su gesto-

-Edward Sonrío- Papa no regresa hasta mañana yo llamo al colegio para avisar que no vas solo trata de dormir un poco está bien

OK

Dormir… No recordaba al última vez que había logrado hacerlo placenteramente las pocas veces que se quedaba dormida era cuando el cansancio se apoderaba de ella solo eran unas cuantas horas en las que literalmente su memoria se borraba y la dejaba en paz, solo unas cuantas horas de ese placer que se le había negado desde hacía ya mucho tiempo.

                                                                             ♦♦♦♦

Qué hace? –Pregunto Bill curioso observando por la ventana a lo lejos- Ginger dejo lo que estaba haciendo se acerco para ver lo que el chico observaba- Tomando fotografías –Respondió seria-. Fotografías? Pregunto el chico. La mujer lo observo por un momento estudiando detenidamente su reacción él solamente le sonrío y ella a él también.

Etiquetarla de “extraña” le parecía ofensivo para ella no era más que un ser complejo, algo extraordinario y incomprendido tenía su propia manera de ver el mundo quizás un tanto oscura y diferente que el resto de los mortales pero eso era Helena esa era su esencia. 

Quieres llevarle esto- Le pidió colocando cerca de él una tetera con agua caliente-

Yo!! –Respondió Bill un tanto paranoico-

Por favor, yo aun estoy retrasada con la cena, no tengo tiempo para jugar con ella

Ginger no espero si quiera a que él le respondiera lo tomo de su mano llevándolo fuera de la cocina lo encamino un poco por el jardín, le explico cómo llegar hasta donde ella estaba, Bill no entendía por qué ella había usado las palabras “entretenerla” o “jugar con ella”
si bien es cierto era bastante joven tampoco era una niña.

Jugar a que y porque él, se pregunto de camino a regañadientes esperando lo peor pues no le parecía muy sociable mucho menos después de lo que su hermano le había dicho.

En medio de unos de los jardines de flores cercanos a la casa se encontraba ella bajo una glorieta cubierta de una hierba muy verde, fotografía una pequeña mesa de forma redonda, cubierta de un mantel blanco sobre ella lo necesario para tomar el té como se debía, (algunos bocadillos, vajilla china muy antigua, algunos utensilios para prepararlo, recipientes con cubos de azúcar o miel cupcakes de miles de colores formas y sabores y por supuesto muchos frascos que contenían te).

La palabra jugar ahora si tenía más sentido, pues todo aquello parecía juego de niñas sumamente delicado y hermoso, Helena se detuvo por un momento le sonrío mientras colocaba sobre la mesa la tetera, observo curioso todo lo que ahí se encontraba, la chica tomo un par de fotografías mas y tomo asiento.

Gracias, supongo que Ginger no tiene tiempo

Ah,  No está algo ocupada con la cena

Si quieres te puedes sentar –Pido al verlo aun de pie-

Tenía un gesto gracioso en su rostro hasta algo dulce cosa que la hizo sonreír, el chico tomo asiento frente a ella observándola tomar lo que parecía ser un bulbo o una flor seca algo extraña la coloco en una taza vertió sobre ella agua caliente esta poco a poco se fue abriendo mientras desprendía un olor exótico y muy diferente.

Es de mis favoritos – Menciono a darle la taza- Pruébalo sin azúcar 
OK -le sonrío Bill-  Mm... –Bebió un poco- Que es? –Quiso saber llevando la taza cerca de su nariz-  Sabia… Sabía ni siquiera entendía muy bien cuál era su sabor nunca había probado nada igual pero le gustaba era diferente delicado, dulce, perfumado  simplemente delicioso.  

Es jazmín silvestre


Ella era agradable muy agradable algo tímida y cautelosa pensó Bill, pero después de un tiempo tras sus  constantes preguntas la observo más cómoda con su presencia, cuando ella le respondía con absoluta paciencia no podía evitar verla directamente a sus ojos  
eran tan extraños como hermosos.

Helena solo podía percibir de él una inocencia pura lo podía leer como uno de sus libros tras sus almendrados ojos color café no había nada oculto, su voz trasmitía calma era como un niño curioso queriendo saber absolutamente todo, entonces supo que podía confiar no había nada malo en el, podía pasar toda la tarde buscándolo que jamás lo encontraría.  

                                                                                 ♦♦♦♦

Maniatada entre sus sabanas blancas trataba inútilmente de conciliar el sueño, era una perdida de tiempo y de energías molesta llena de frustración se levanto de su cama tomo algo de ropa de su closet, con sus botas en sus manos camino por los pasillos desiertos de la segunda planta  hasta llegar al final tomo una libreta de uno de sus bolsillos leyó las instrucciones.

Minutos después se vio caminado por los pasadillos “secretos” que su abuelo tanto le hablo, no era mas que un enorme laberinto lleno de interminables corredores llenos de polvo alguno que otro bicho desagradable.

Su piel pálida se estremeció de extremo a extremo cubriendo su cabeza con el gorro de su abrigo camino lo más rápido que pudo para salir de ese lugar, cuando vio la luz que provenía del jardín se alegro notablemente lo único que deseaba era salir lo mas pronto posible estaba cubierta de polvo alguna otra telaraña con la sensación de sentir pequeños bichos que caminaban sobre ella.

Abrió el candado de esa vieja puerta la empujo un poco haciéndola crujir enormemente, si su idea era pasar desapercibida había fallado tal ruido se podría escuchar  desde las afueras de la cocina y ellos siempre solían estar ahí a esas horas pensó, sin siquiera volver su mira hacia atrás corrió hasta alejarse lo suficiente.

Una vez adentrada en los jardines respiro tranquila redujo su paso, era una noche hermosa el cielo estaba despejado como muy pocas veces lo estaba dejaba ver la luna brillar a plenitud, una brisa suave acariciaba con delicadeza su rostro, al llegar a los rosales el inconfundible perfume de estas flores se mezclo con una aroma que ODIABA y que conocía muy bien.


One million y cigarro…. Era el típico e inconfundible aroma de su hermano solo el tenia tan mal gusto pensó, entendía que se preocupara siempre había sido así sobre pero ella quiera estar sola el parecía no entenderlo. Se detuvo aspiro el perfume de unas de las rosas con suma discreción giro su mirada hacia tras iba a ser tan fácil perderlo en los tres años que tenían de vivir en ese lugar apenas si sacaba sus narices del estudio.

Río maliciosamente mientras tramaba su plan, tal vez seria una mejor idea jugar un poco con el antes pensó lo llevo sin ninguna dificultad al sitio ideal aquel que conocía como la palma de su mano y por alguna razón el le  temía, no entendía por que era solo un simple laberinto de arbustos.

Una vez en el comenzó su juego, derecha izquierda, izquierda derecha, unas cuantos pasos estaba totalmente confundido no entendía simplemente se había desvanecido, camino despacio por el estrecho camino rodeado de arbustos, una densa niebla hizo su aparición y con ella una voz.

No era más que una simple canción en gaélico de duendes y ninfas que Ginger le solía cantar cuando apenas tenía seis años en ese tiempo solía tener un efecto tranquilizador en ella quizás por que no entendía palabra alguna y siempre la ayudaba a dormir, diez años después aquella magia se había perdido al conocer el significado de cada de sus palabra.

Pero el no lo sabia solo escuchaba aquella hipnotizante voz que viajaba en el aire hasta sus oídos como un susurro, después de todo no fue tan buena idea seguirlo pensó, caminando con un poco mas de cuidado al no ver el camino gracias a la  niebla que ya llegaba poco mas arriba de sus rodillas.

Los cantos cesaron no podía escuchar nada ni siquiera sus pasos, al llegar al final de camino pudo ver como algo pasaba frente a el fue como un rayo ligero, liviano cortando la niebla a sus pies,  trato de no darle mas importancia a lo que debía era su imaginación que ya le haciendo una mala jugada pensó.

Ahora solo necesitaba enfocarse en buscar la manera de cómo rayos lo encontraba para poder salir de ahí ya había sido suficiente debía de regresar al estudio, giro lentamente sentía que mil ojos estaban obre el, se sentía MISERABLE como una pequeña e indefensa presa asechada por su predador, camino un poco casi a mitad del camino fue cuando lo noto era tan obvio respiro un poco no había duda podía reconocer ese aroma en cualquier lugar.

La escucho reírse levemente justo detrás de el a la espera de que se diera la vuelta y se dejara ver.

No se por que le tienes tanto miedo a este lugar -Hizo una pausa a la espera de su hermano-

Cobarde! –Río Helena-  Sabes que es… fastidioso… que… TU!!! 

La sonrisa se le borro de sus labios sus ojos se llenaron de sorpresa al ver el rostro de aquel chico se quedo inmóvil. 

6 comentarios:

  1. queeee!!!! como que chiko??? porque es su hermano no??? o por dios cuando subes el siguiente?? esta increiblemente entretenida, saludos

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  2. Waaaaaaaaaaaaaaaaaaa

    quien es el chicoo???!!!!

    uyy que interesanteeeeeeeeee!!!!!!!!!!!!!!!

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  3. Hasta ahora tuve tiempo de pasarme por el blog, ya me lo lei TODO me quede asi :o de verdad el fic esta mas que interesante. Esta niña es tan extraña y misteriosa....

    Sube pronto POR FAVOR!!!

    Kusses amiga!!

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  4. Hola Octubre ... detallas con mmaestríaa ¡¡¡¡
    y mmee gusta.

    Si los ddemáss cap. me eencantaronn ... no te ddigoo este ¡¡

    EEsperoo el siguiente ccapítuloo ...
    - BBesoss -

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  5. Hola chicas

    Muchas Gracias a todas por comentar

    Besos

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  6. chico??..que chico??

    haaa...espera...creo que ya se quien es..

    huuuuyy....que emocion...!!!!

    es que me encanta...

    de verdad octubre....escribes magistralmente...

    eres una escritora muy talentosa

    estoy que me caigo del cansancio

    pero tengo que leer el siguiente capitulo...

    no pudo dejar esto asi...quiero saberrr

    adoro esta historia

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