jueves, 3 de febrero de 2011

Capitulo 15



A pesar de las advertencias y los regaños de Ginger nada la retuvo dentro de esa casa salió bajo la persistente nevada en dirección a los jardines,  aquella calma que la había caracterizado después de su regreso de New York parecía haberse disipado por completo.   


Basto con verla para darse cuenta de que nuevo tenía una de sus crisis no era para menos tarde o temprano todo lo que se empeñaba en reprimir de algún u otro modo saldría, quizás esa iba a ser una de las peores, acarreaba demasiadas cosas como para sopórtalas sola.  

No le quedaba otra opción que armarse de paciencia, con su padre y su hermano encerrados prácticamente todo el día en el estudio, Ginger sería la única dispuesta a lidiar con Helena.

El distintivo croar de los cuervos irrumpió con aquel silencio sepulcral en ese bosque, se abrazo a si misma y giro su mirada hacia atrás para observar la casa a lo lejos,  algunas veces pensaba que la solución a todo estaba en ese lago una acción de su parte y todo al fin seria más claro, si de algo estaba completamente segura era que ese accidente había desencadenado todo. 

Mas no podía contra ello a escasos metros de distancia el temor la paralizo por completo un suspiro que reflejaba desesperación se escapo de su garganta lucho por minutos pero era imposible cada una de las sensaciones que la atormentaban fluyeron de ella sin reparo.

No sabía qué pasaría si ingresaba, en un último intento de valentía camino unos cuantos pasos, el agua helada cubrió la punta de su bota y un poco mas… 


El verano al fin había llegado aquella hermosa mañana las personas se paseaban por el parque, una suave brisa jugaba con las hojas que habían caído al suelo, el clima cálido y agradable de inmediato la tranquilizo a pesar de que nunca habían  sido de su agrado.  

Pudo ir alimentarlos –Pidió a la mujer-  Que la acompañaba

Claro cariño –Respondió-  

De inmediato la soltó de su mano, una enorme sonrisa lleno el joven rostro de aquella mujer  al observarla alejarse rumbo al lago

¡Amor! …. Eleonor  solo ten cuidado

Al llegar  tomo entre sus manos un pequeño pato blanco, todo lo que sentía minutos atrás había sido remplazado por una sensación que no podía entender, esa no era ella, no lo era.

Pero lo que la rodeaba, aquellas personas que jamás había conocido, ella, esa mujer despertaba en Helena una enorme sensación de calidez, de pertenencia era como volver a una casa que jamás había conocido pero a pesar de eso algo dentro suyo la hacía sentir muy cómoda con ello. 


Su fría nariz al olfatearla la hizo despertar si es que así se le podía llamar, la noche ya había llegado, se encontraba sentada sobre un tronco de madera le sonrió un poco mientras lo acariciaba.   

Que haces aquí? -Pregunto- No recordaba haberle enseñado el camino al lago jamás la había acompañado hasta el, al escuchar su voz a lo lejos al llamarlo, ya no le extraño era casi inseparables. 

Quédate  –Pidió al verlo querer seguirla- 

Max de inmediato obedeció mientras Helena se perdía en medio de las sombras de los arboles, era tarde debía regresar a casa preocuparla nunca era su intención pero a pesar de sus esfuerzos por ocultar cualquier cosa Ginger siempre lo sabía.

Lo limpio un poco al tenerlo entre sus manos todo aquel barro mezclado con la nieve no lo dejaba distinguir que era, estaba algo frio como si se tratase de algún metal Georg observo a Max con gesto confuso y  al llegar junto a Tom se lo entrego. 

Que es –Pregunto el chico curioso-

No lo sé, se lo quite a Max 

Tom observo a su alrededor debía haberlo perdido sin darse cuenta todo su aspecto le decía que le pertenecía a Helena. 

♦♦♦♦

Su cena llevaba algún tiempo en su espera una pequeña porción de Cullen Skink tibia, una tetera de encantadora y aromática agua de azhar mas una carta era lo que había en la bandeja. 

La dirección del remitente provenía de un lugar casi impronunciable, eso solo le decía que de nuevo había cambiado su domicilio, intento decirlo un par de veces pero los acentos fuertes no se le daban. 

 Desvió sus pasos al encontrar la nota pegada en la puerta de su habitación, evito echar un vistazo mientras ahogaba dentro del plato de su cena esa curiosidad que la carcomía por completo, con la bandeja en sus manos y a pasos lentos subió un piso más hasta el tercero. 

Hacía casi un año que no ponía un pie en ese lugar, observo todo llena de cautela mientras dejaba la bandeja sobre la pequeña mesa, encendió unas cuantas luces tomo asiento en su sofá. Comió con sumo desgano y leyó la carta sin poner atención alguna a las palabras, quería dormir mil años mas el sueño esa noche volvía a abandonarla. 

Aquella habitación intacta ante el paso inminente del tiempo lo único que hacía era despertar una enorme sensación de soledad a pesar de que la mayoría del tiempo era su mejor compañía esa noche se sentía sola. 

Recorrió curiosa con sus manos cada pequeño rincón, Ginger había hecho todos sus esfuerzos para hacerla sentir cómoda fuera de aquel oscuro y victoriano mundo que había creado en su habitación.  

Sus sabanas de aromática seda vestían la cama, una pila de sus libros preferidos yacía sobre la mesa de noche, flores frescas y algunas de sus antigüedades decoraban el lugar, velas, dulces, las cortinas oscuras que impedían el paso de la luz inclusive la temperatura era como a Helena le gustaba, sonrió y le agradeció el detalle. 

Acostaba en la enorme cama observaba el techo, las sabanas que debían abrigarla aun estaban dobladas en su lugar, jugaba con su cabello mientras la música de fondo apaciguaba el ambiente.      

Los pianos, las cuerdas de los violines o chelos solían llevarle mucha paz alguna que otra vez la ayudaba a dormir pero la mayoría del tiempo experimentaba una sensación de suma calma.

Era lo más próximo a la sensación que sentía cuando lograba dormir profundamente o cuando su memoria la llevaba a esos pequeños “viajes” al pasado que a pesar de la gran confusión que  le generaban  le resultaban placenteros.

♦♦♦♦

Esa tarde a su regreso solo se limito a observarla atreves de la ventana mientras se marchaba, un quiero estar sola había salido de su boca acompañada de una mirada que ni siquiera podía describir.

Hubiese querido decirle que todo iba a estar bien, darle un pequeño abrazo para hacerla sentir segura, hacerla reír con alguna de sus ocurrencias para que se olvidara de lo que fuese que la perturbaba en ese momento, mas aquello que se había apoderado de ella no se lo permitió, su mirada, aquella ajena  mirada la paralizo. 

Ginger solamente balbuceo alguna cosa  mientras una sensación de enorme impotencia se apoderaba de ella, tenía la certeza que bastaba algo más que persistencia para traerla de vuelta.

La música retumbaba en sus oídos tan alto, tan alto como si quisiera deshacerse de lo que la atormentaba, esta vez era más fuerte quizás demasiado para las pocas energías que quedaban en ella.

Se había adueñado de Helena, de sus pensamientos, de sus recuerdos, de esos pocos que trataba insistentemente por salvaguardar en vano, aquella fuerza que le arrebataba sin ningún esfuerzo su propio ser, parecía ser más grande que ella,  y  esa sensación de sentirse atrapada en su propio cuerpo la estaba desquiciando por completo.
 
El último gramo de cordura que aun tenia se le escapaba  de sus manos, concentrarse en  sus propios pensamientos era realmente imposible, cada uno de ellos era borrado de inmediato para dar paso al a los de alguien más. 

Lo único que la hizo levantarse de donde estaba fue la mano de su hermano que la tomo con fuerza para llevarla al interior de la casa, se había ido, literalmente se había ido, su mirada estaba perdida en algún punto fijo de su rostro mas él sabía bien que ni siquiera lo observaba, ella ya no estaba ahí.

No la era la primera vez que la observaba en ese estado y sabía bien que tampoco  sería la última, lo menos que necesitaba era perder la calma eso nunca ayudaba, respiro profundo mientras sujetaba su mano con firmeza como esa vez no lo hizo. 

Bien sabia que aquel simple gesto lograba hacerla sentir segura, si algo de ella aun continuaba ahí se lo agradecería.  Era inútil hablarle jamás le respondería más aun así lo hizo, a pesar de el daño que aun lograba causarle trajo recuerdos a su memoria para narrárselos a Helena en un último intento de hacerla reaccionar.   

El frio que podía percibir de sus pálidas manos no hacia otra cosa que atemorizarlo, aunque la mayor parte del tiempo su temperatura podía a llegar a ser lo bastante baja, se sentía como si la vida hubiese abandonado su frágil cuerpo. 

Puedes prepararle algo de te –Dijo en un tono tranquilo-  Aparentar calma aunque fuese en los momentos que esta lo abandonaba siempre había sido su fuerte. 

Ginger no pudo hacer otra cosa que devolverle la sonrisa, con sus manos temblorosas y hasta torpes lo preparo.

Quizás había pasado solo unas cuantas horas, ¿Días?  Tal vez, no sentía que fuese demasiado, mas no podía confiar en sus instintos estos parecían haberse descontrolado, abrió los ojos de repente y se incorporo del sofá en donde estaba, al verse que aun vestida su uniforme, supo que tan solo fueron  horas… 

Mas todo pasó a segundo plano al observarlo junto a  su taza de té que para ese momento ya estaba helado. ¿Acaso podía ser más hermoso? , tomo aquel viejo camafeo entre sus manos, mientras una ligera sonrisa se dibujaba en sus labios.   

No sabía el porqué de ella, era algo meramente involuntario, solía percibir tantas cosas con el más mímico contacto, algunas ni siquiera las podía entender,  el causante de su sonrisa era una de ellas.  

Las luces que se escabullían bajo la puerta y el sonido de las voces en la cocina, terminaron de despertarla, ¿Había dormido?  Se preguntaba,  las miles de imágenes congestionadas en su cabeza no le permitían ni siquiera recordar que había pasado.

No le apetecía salir, ni mucho menos ver a nadie, quizás después de todo debía darle la razón a su hermano, es ese momento y muchos otros de su vida se encontraba poco o nada sociable, no quería hablar ni mucho menos dar explicaciones a pesar de que aun no lograba recordarlo tenía la certeza que al verlos debía darlas.    

Hizo a un lado la sabana que hacía solo pocos minutos la abrigaba, tomo asiento en el sofá para saciar su curiosidad ante aquel objeto que tenía entre sus manos, no lo había dejado caer por accidente en el lago ni siquiera le pertenecía pero al menos el chico había acertado en algo.

Basto solo una simple mirada para convertirse en su consentido, no había nada igual ni siquiera que se le comparase a todo aquellos objetos que engrosaban su extraña colección era simplemente… Especial aunque no entendía bien  por qué.  


♦♦♦♦

Esa mañana la actividad en la casa  marchaba a un paso lento, quizás extremadamente lento, todos los presentes en esa habitación habían sido sometidos a una especie de letargo contagioso.

Solía pensar que ese lugar tenia vida propia  de algún modo aquello que percibía siempre influía en su ánimo, al mirar a su alrededor comprendió que tal vez no era la única.   

Aquel lentísimo vaivén le resultaba agradable era como si todos a su alrededor hubiesen sido sometidos a su mismo ánimo, su energía estaban por los suelos, no tenia deseos de hablar, las palabras en ese momento le resultaba sumamente inútiles no había ni una sola que pudiese expresar que era lo que había pasado y como eso la había hecho sentir. 

“Y todo lo que amé, lo amé Solo”

La frase retumbo en su cabeza proveniente de sus ausentes recuerdos, aquella sensación había llegado para quedarse. No le resultaba difícil recocer que así se sentía  simplemente era extraño, extremadamente atípico que después de ser su entrañable compañía por tanto tiempo  ya no lo fuese. 


Y todo lo que ame lo ame solo…

Para cuando al fin pronuncio palabra la cocina estaba casi desierta, sintió como si al fin despertara, de inmediato llego lo voz de Ginger a lo lejos hablando con alguien que no era ella.  


Decías algo? – Quiso saber el Gustav - Al verla hablar

Uh!... No… nada

Bajo la vista hasta su manos donde lo sujetaba con delicadeza, parpadeo un poco tratando de asimilar la luz de la mañana.  

Ese sábado por la mañana al despertar de aquel impás que la había consumido casi por completo Ginger quiso percatarse de que se encontrara bien, tuvo que conformarse con una mirada rápida mas unas cuantas palabras en gaélico que cayó al ver entrar a Edward en la habitación.

Estas bien? –Pregunto el chico- Solo se limito a esa pregunta

Helena de inmediato asintió con su cabeza se guardo rápidamente el camafeo en su bolsillo y se dispuso a salir de la habitación, la necesidad de aire fresco fue casi de inmediata.

Su silencio… si había algo que realmente le resultara frustrante era cuando se valía de él para aislarse aun que si lo pensaba bien en ocasiones cuando abría la boca también lo era.

Durante el invierno, en especial esa última semana podía pasar sentada en esas escaleras hasta que Ginger se quedara sin voz al llamarla, esa mañana no fue la excepción. La voz de la mujer y sus regaños simplemente quedaban atrás cada vez que estaba en ese lugar.

Puedo verlo- Pregunto Edward- Al tomar asiento   

Hurgo en sus bolsillos en su búsqueda, una vez en sus manos lo observo con cautela tuvo que darla la razón al chico al observarlo todo su aspecto se lo decía debía pertenecerle a Helena.

Donde lo encontraste

No es tuyo? –Pregunto Confuso-

No

Estas segura?

Aquella pregunta le había sonado casi a un insulto si bien es cierto sus “lagunas mentales” cada vez era más frecuentes aun podía recordar si algo le pertenecía o no. No hubo respuesta solo un mirada de enfado que disfrazaba las ansias por saber más de él.

Lo encontró en el lago

Quien?

Dijo que quizás lo habías dejado caer

Quien?

Que hacías en el lago? –rio- Al verla desesperarse

Desde niña siempre había sido así de las muchas características que habían en ella la curiosidad era quizás la que más la representaba, bastaba saber despertarla para acaparar toda su atención aunque fuese hasta que obtuviese lo que quería. 

Tom… él lo encontró –Dijo finalmente-

El –Cuestiono- En el lago?

Sí, que hacías ahí

Solo salí a caminar

Pensé que… aun –Titubeo por un momento- Olvídalo tengo que regresar al estudio –Se disculpo- Al levantarse. 

No te quedes mucho tiempo –Dijo- Mientras despeinaba un poco su cabello.

Helena no presto más atención su mirada se fijo en algún punto del horizonte, justo antes de entrar al interior de la casa, la escucho hablar para ella misma.

Aunque no podía ser como su padre no tuvo opción que tomar la misma actitud que tenia con ella, acosarla con preguntas que quizás no tendrían respuesta solamente la alteraría más.

Quizás esa fue la primera vez que  todo parecía tener un poco  de sentido, Es como un trueque -Volvió a repetir para sí misma – Tenía que ser así tal vez no era la explicación más lógica pero lo sentía así.

Un asunto resuelto a cambio de sus recuerdos… Lo tomo de su mano al sentarse junto a ella estaba tan inmersa en sus pensamientos que ni siquiera se percato,  tal y como le había explicada el chico lo abrió dejando ver su interior.

Helena no dijo nada, su rostro lo decía todo lo había embargado la sorpresa, la nostalgia, sintió como sus ojos se humedecían sin razón alguna, un sentimiento de tristeza la embargo.

Sonrió ligeramente mientras observaba las fotografías, de nuevo estaba ahí mas esta vez no opuso resistencia simplemente se dejo llevar.

Los conoces? Pregunto Ginger- La observo intentar decirle algo pero el nudo en su garganta se lo impidió, las lágrimas corrieron por su rostro con serenidad mientras la mujer la observaba perpleja.

Aquel momento no podía ser más confuso, no recordaba la última que la que había visto llorando así. Quiénes son? –Pregunto de nuevo angustiada-

Me puedes abrazar- pidió Helena entre sollozos confundida- Una angustiada Ginger a punto de romper en llanto le sonrió, la tomo entre sus brazos con delicadeza, como si se tratara de una frágil muñeca de porcelana a punto de romperse en mil pedazos.


Entonces -en mi niñez- en el amanecer 
de una muy tempestuosa vida, se sacó 
desde cada profundidad de lo bueno y lo malo 
el misterio que todavía me ata”

¡Mea culpa! El capitulo estaba casi terminado pero en un ataque de indecisión desidi reescribirlo, creo que no me equivoque me gusto mas esta version.

Gracias por su ESPERA (de verdad)  que ha de haber sido eterna.


4 comentarios:

  1. Que bueno que regreso Helena!!! ya la extrañabamos siii (suspiro) bueno este capitulo muy interesante, me guto, me guto!!! y otra cosita que me gusto fue el diseño del blog enigmatico!! ahora pues a esperar el siguiente capitulo que yo espero sea pronto...

    Saludos y espero que te la hayas pasado muy bien en tu periodo de descanso jeje, besos

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  2. Me lleve tremenda sorpresa al pasar por aquí después de mil años :D y ver que había capitulo nuevo huuuujuuuuuuuuuuuu!!!!!

    JAJA estoy loca lo se pero tu tienes la culpa ya no soportaba seguir sin saber nada.

    En fin... El blog quedo como siempre genial!!!

    Y el cap como siempre me dejo en ascuas PORQUE??? siempre me haces eso pero bueno como bien dijiste en un cap esa es la esencia de Helena.

    Yo tambien espero que el siguiente no tarde tanto, por favor!!!!:)

    Saludos

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  3. EEss cierto... se te eextrañabaa!!!! pero ya estás aquí.

    Ese camafeo eestáá rrelacionadoo con Eleonor y su familia ... ssupongoo. Deduzco qquee llevaría muchísimo ttiempoo oculto.
    Cada vvezz creo que ttengoo menos dudas que ssonn la ""misma""... sé que ppuedoo estar eequivocadaa, pero yyaa aclararás ssii existe confusión jjAjAA
    MMee da la ssensaciónn que esos ""vviajess"" son ccadaa vez más duraderos e iintensoss !!
    y aunque ssonn placenteros...
    también la ddesestabilizann ...
    Curiosidad, qquiénn ya nnoo es su entrañable compañía ¿¿¿¿
    Es cciertoo que ccadaa vvezz es más ffrágill...
    y ttúú cada vez nos dejas mmáss intrigad@s!!!!

    EEstupendoo regreso de Helena... con eesaa forma
    tuya tan pparticularr y especial.

    Por cciertoo, bbonitaa página!!!!

    - Muchos Besos -

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  4. Regresastes!!!!!!!!!!

    Tengo una enorme duda que tiene que ver Tom con todo esto??? Muero por saber cual es su papel.

    Yo tambien pienso que Eleonor y Helena son una misma o al menos hay una conexion muy fuerte entre las dos de ahi mi duda.

    Se te extrañaba todo este "mundo" que creaste para el fic me tiene enganchadisima lo adoro. Helena es fasinante, intigante y tan tan no se tan ella.

    Meinsunde creo que esa entrañable compañia era la soledad y pienso que de ahora en adelante algo va a cambiar.

    Saludos un abrazo y no tardes por favor!!!

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